Martin Cheruyiot tenía el encargo de hacer una marca en el kilómetro 30 del Maratón de Málaga 2019. La cumplió, pero llegado ese punto y habiendo cumplido escrupulosamente su cometido, en el muro que suele tumbar a atletas que van al límite, el keniano de 31 años se sintió con fuerzas. No a tope, pero sí lo suficiente para tirar adelante y batir el récord de la prueba y su marca personal.

No es frecuente que esto ocurra. Las carreras están diseñadas a estos niveles para que los corredores optimicen tiempos y marcas. Pero hay momentos y circunstancias. No iba peor Cheruiyot que sus rivales. Ya en el paso por la Media Maratón, a la altura del Paseo de los Curas, iba rompiendo el grupo. Y ya le vieron en la meta.

Al final de la prueba, antes de subir al podio, explicaba con naturalidad lo que había hecho, con la concreción de quien tiene las ideas claras. "Me siento bien ahora al acabar, es mi mejor marca, mi mejor carrera, lo he conseguido aquí en Málaga. En Bilbao hice mi mejor marca y ahora he hecho aún un récord mejor", decía el keniano sobre ese nueve récord de la prueba (2:10.08), ya repuesto del esfuerzo y con gesto serio: "Yo hice mi trabajo como liebre, la marca que pedían la hice. Pero corría bien, me sentía bien, disfrutaba del recorrido y decidí seguir adelante".

Tras la liebre incansable Martin Cheruyiot llegó, venido desde la prolífica zona de Eldoret, Eliud Kibet, convertido de alguna manera en icono del maratón tras haber entrado a gatas, de manera agónica, en la edición de 2018. "Estaba hambriento por el año pasado, por ese cuarto puesto y cómo entré. Ahora acabé una posición correcta, merecida", decía con una sonrisa de oreja a oreja Kibet: "2.11:25 era mi mejor marca el año pasado, ahora lo he rebajado (2:10.41) y estoy más feliz. A Málaga siempre la querré, ojalá pueda volver muchos años. Málaga es un buen sitio para correr, para hacer buenos tiempos. Y la gente es muy feliz, te anima, a los kenianos nos quieren mucho. La última noche mis hijos me decían que corriera rápido cuando hablé con ellos, que lo hiciera mejor que el año pasado. Y lo hice".

Con 33 años y dos hijos, Kibet explicaba que quiere volver a Málaga. Tras ser cuarto y segundo, quizá le toca en 2020 ser primero.