Manresa-Unicaja

Masacre severa en Manresa (86-68)

  • El Unicaja muestra su peor cara, va siempre a rebufo ante el Assignia y encaja su derrota más amplia esta temporada en la Liga Endesa.

La transición del gigantesco equipo sin recompensa ante el Real Madrid a un amago de banda en Manresa resultó dolorosa. El Unicaja vagó por el Nou Congost sin mucho sentido, con poca intensidad y acierto, y encajó la derrota más severa de la temporada (86-68) en la Liga Endesa. Perdió por más diferencia en el OAKA, en Euroliga (-21). Pero, claro, hay diferencias entre el Panathinaikos y el Assignia. Con todos los respetos para el admirable equipo catalán, que obra su milagro anual y que hoy podría acceder, si se da una carambola, a la Copa del Rey. Si va, lo hará habiendo ganado en las dos últimas jornada al Caja Laboral en Vitoria y al Unicaja, dos equipos de Euroliga. Sombreros fuera.

Las lesiones y la falta de efectivos, es evidente, pasan factura a cualquiera. El Manresa, no hay que olvidarlo, no tenía ayer a su capitán, Montáñez, y a su base titularísimo, Javi Rodríguez. Y en el Unicaja no sobra el talento, pero hasta ahora casi nunca había faltado la actitud. Nunca durante un partido entero. Puede ser comprensible o humano bajar el pistón después del monumental encuentro del jueves. Porque el físico es el que es y se llega hasta donde se llega. Pero mentalmente la disposición no fue la adecuada.

Existe un factor preocupante, no exclusivo de ayer, y es el gran acierto en el triple que tienen los rivales en partidos selectos. Pasó ante el Madrid (en Liga) o el Panathinaikos, ocurrió en Fuenlabrada, aconteció ayer. Cuando un fenómeno se repite con frecuencia, deja de ser casualidad. El Assignia era, hasta ayer, el equipo que menos triples metía por partido (5.8). Había anotado cinco en el primer cuarto, ocho al descanso, 10 al final. La circulación de balón manresana fue excelente, pero ahí se llega en la eterna discusión, qué grado de importancia hay de la defensa. El propio Mateo lo admitía tras el partido. Durante el juego se le vio implorar a sus hombres que no bajaran los brazos, que siguieran con intensidad.

El caso es que acabó la primera vuelta de la Liga Endesa y el balance (12-5) hubiera sido rubricado por quien fuera cuestionado al principio de la temporada. Pero las derrotas en Fuenlabrada y Manresa, las dos últimas a domicilio, dejan un aviso, que esta competición es la más igualada del continente, que no hay respiros. Se podía haber acabado igualado con Madrid y Barcelona y no será así. Nada reprochable, pero sí el síntoma de que sólo con la continuidad se llegará más lejos.

Lima recibió la titularidad y el brasileño, español a falta de un DNI, ofreció una barra de energía extra al equipo. Un espectacular mate tras un triple errado de Garbajosa, arrollando, significó el último momento en el que el Unicaja estuvo en partido (16-15). Una técnica señalada a Chus Mateo ayudó al despegue manresano. El técnico madrileño aún no goza del respeto arbitral que sí tienen compañeros de más trayectoria. Es difícil de imaginarle fuera de sus cabales. Pero el caso es que el Manresa anotó sus tiros libres y se encaminó a un final de primer cuarto (27-18) favorable.

En el Unicaja de nuevo naufragaba Rowland. Se está quedando atrás el norteamericano en un momento en el que se le requeriría en su mejor versión. Tienes mejores cualidades para defender de las que demuestra. Pasan las semanas y sus picos de rendimiento no son altos, resulta intrascendente en muchos tramos de los partidos. El joven Álex Hernández era el rival ayer. Gladyr le tomaba el relevo. El caso es que el atlético equipo manresano, con gente muy interesante como Doellman o Downs, pasaba por encima del Unicaja, en acierto y explosividad. Mateo intentaba mover con zonas, pero cuando la pasividad se instala en un equipo no hay táctica que valga.

Del descanso (50-37) al final del partido, el encuentro reflejó la diferencia de intensidad de los dos equipos. El Unicaja no fue capaz de bajar ya de los 10 puntos de renta. Al contrario, el Manresa se acercó a los 20 (66-45) y los rebasó ya en el cuarto final (70-47). Un trámite para un Unicaja doliente que no exhibió ayer esa tenacidad, voluntad y determinación que le ha llevado casi a tocar el cielo con las manos. Es un tramo duro de calendario, con el Top 16 en esplendor y partidos complicados en las dos competiciones. Mateo y sus hombres se han ganado crédito de sobra para pensar que lo de ayer sólo fue un accidente. Pero es un aviso para lo que se viene.

- Ficha técnica:

86 - Assignia Manresa (27+23+16+20): Hernández (7), Gladyr (2), Downs (19), Doellman (19) Asselin (17) -cinco inicial-, Hanga (8), Achara (14), Palsson, Cerqueira y Oriola.

68 - Unicaja Málaga (18+19+10+21): Rowland (6), Fitch (5), Peric (7), Lima (10), Zoric (5) -cinco inicial-, Garbajosa (10), Rodríguez (8), Valters (17) y Sinanovic.

Arbitros: Francisco de la Maza, Miguel Angel Pérez Pérez y Juan José Martínez Díez. Sin eliminados.

Incidencias: partido de la decimoséptima jornada disputado en el pabellón Nou Congost ante 4.700 espectadores.

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