El Málaga tiene esta noche (20:30, La Rosaleda) el reto de auparse hasta los 36 puntos en liga, cifra que alcanzará si es capaz de doblegar a un Sporting que tilda el encuentro como final. No es para menos, los de Gijón se hunden poco a poco en el pozo de la tabla y no encuentran la luz al final del túnel. Ahí es donde quieren hurgar los blanquiazules, que suman sólo tres de los últimos 15 puntos y que cuentan con más de una baja sensible. Otros alicientes, como la visita de Jony, no pueden desviar la atención para un equipo que sacaría medio billete para estar en Primera División la temporada que viene.

No estará Camacho, sancionado, ni un Cop que había comenzado a encontrar el camino hacia el gol. Aunque Gracia cuenta con la buena noticia de la recuperación de Juan Carlos, que vuelve a una convocatoria más de tres meses después. Su retorno provocará que el míster navarro cuente con una amplia variedad de zurdos del centro del campo en adelante. Tres de ellos pueden ser titulares, con Chory Castro por detrás de Charles como ya hiciera en el partido ante el Valencia.

Enfrente estará el Sporting de Jony, Halilovic y Sanabria, los mayores peligros de los gijoneses. Del primero estarán pendientes los aficionados blanquiazules, expectantes por ver en primera persona a su próximo compañero de viaje. El menudo croata, tan imprevisible como inconstante, ya rasgó las vestiduras de los de Gracia en El Molinón, anotando el gol de la victoria y llevando por el camino de la amargura a la zaga malaguista. En la punta de ataque la amenaza es Sanabria, autor de diez tantos en 19 partidos disputados. El paraguayo, que no es de los que perdonan cerca del área, ha conseguido afianzarse en la élite a pesar de varias lesiones este año.

Aunque la gran novedad del envite estará en la portería del Málaga. El mexicano Ochoa se estrena como titular en competición liguera en su feudo, iniciando así su gran oportunidad para demostrar que tiene argumentos para discutir la titularidad a Kameni cuando éste regrese de su lesión. Más allá de su actuación individual, será importante contemplar cómo se maneja con su defensa. La conexión con la zaga se antoja vital para que el de Guadalajara no sienta el nerviosismo propio del que no puede fallar.

El malaguismo volverá a poblar las gradas en otro viernes de fútbol. Cierto es que abrir la jornada no enamora a casi nadie, pero cuenta con un factor positivo siempre y cuando se consiga la victoria. De ser así, el Málaga se iría a dormir en una cómoda octava posición, dejando las posiciones de descenso a diez puntos. Una situación privilegiada para afrontar el tramo final de la competición sin pecar de exceso de confianza, pero con un colchón que pocos podrían haber imaginado allá por diciembre.

Toca comprobar cómo solventa el Málaga la baja de Camacho. Su sustituto será Pablo Fornals, del que ya nadie tiene ninguna duda. El de Castellón cuajó un excelente partido en Anoeta hace dos jornadas. Precisamente lo hizo sustituyendo al maño y logró dividir esfuerzos y kilómetros con Recio, además de aproximarse a esa mediapunta que tanto le gusta y desde la que es capaz de hacer mucho daño. Por cierto, Tissone volvió a quedarse fuera y en el banquillo no habrá ningún mediocentro. Game Over para el argentino.

Será el último encuentro que Javi Gracia pase en la grada y, desde su destierro, sufrirá más de lo habitual por una victoria vital para navegar lo que queda sobre la cubierta y el sol de cara. De lo contrario, el oleaje puede hacer aminorar el recorrido de un Málaga que hoy se juega algo más que tres puntos.