Sergio Scariolo amaneció ayer con un regalo bajo el árbol de Navidad. Resignado a no ver satisfecha su petición de Elmer Bennett más un pívot comunitario, el italiano tuvo que conformarse con la llegada de un jugador exterior que supla la ausencia del lesionado Alfonso Sánchez. Un complemento para el juego exterior que el club lleva buscando desde la tercera jornada de Liga y que se ha demorado más de lo debido por las pocas opciones que ofrecía el mercado y por el cambio de planes que se instauró en la dirección deportiva del club hace unas semanas.

Dos meses y medio después de la lesión del canterano llega a Málaga Melvin Sanders, dispuesto a hacerse un sitio en un equipo al alza tras ser cortado por el discreto Panellinios de la liga griega. Un accidente de tráfico le dejó en el dique seco en el inicio de la temporada y ahora, ya recuperado, ha visto como el cambio de técnico en el conjunto heleno y la llegada de otro jugador le han cerrado el paso. Era lo que el Unicaja buscaba. Un hombre exterior que no ocupara plaza de extracomunitario, que fuese barato y por el que no hubiese que pagar ninguna cantidad en concepto de traspaso. Sanders, norteamericano pero con pasaporte georgiano, cumple todos los requisitos. Llega hasta el final de la temporada con opción a otro año más. Ahora, está por ver si encaja en una maquinaria que ha comenzado a funcionar a pleno rendimiento.

El alero ya está en ello. Ayer conoció a sus nuevos compañeros, se enfundó por primera vez la camiseta verde y tomó parte en la sesión vespertina con la que el equipo puso fin a dos días y medio de descanso tras dar buena cuenta del Barcelona el pasado sábado. Hoy proseguirá con su adaptación y viajará a Badalona, donde mañana estará a disposición de Scariolo para medirse al DKV Joventut.

Su trayectoria profesional ha transcurrido entre Estados Unidos, Francia y Grecia, aunque practicó el atletismo (salto de altura) antes de decantarse por el baloncesto y cumplir su ciclo universitario en Oklahoma State (12,9 puntos, 4,8 rebotes y 1,6 asistencias en su último año). Pese a sus buenos números, su sueño de jugar en la NBA tuvo que esperar. Antes se curtió en la dura CBA (Dakota Wizards, de 2003 a 2005) durante un periodo de dos años en los que además llegó a jugar 11 partidos con el Varese italiano (11,5 puntos y 3 rebotes) y 5 con el Ostende belga (6,6 puntos y 3,6 rebotes).

Tras probar fortuna en los campus de verano de varias franquicias de la NBA y cuando todo hacía indicar que recalaría en el Montepaschi, los San Antonio Spurs terminaron fichándole (2005/06; 2,6 puntos y 1,4 rebotes en 16 partidos), aunque fue cortado a mitad de temporada para jugar en la NBDL con los Fayeteville Patriots (20,6 puntos y 5 rebotes).

La campaña pasada militó en el Pau-Orthez (12,2 puntos y 3,4 rebotes en la liga francesa y 10,5 puntos y 3,3 rebotes en la Euroliga) y esta temporada sólo ha llegado a disputar 6 partidos con el Panellinios (tres en la liga griega y tres en la Copa ULEB).