Osasuna y Almería sumaron en su debut liguero en un empate sin goles en el Reyno de Navarro en un encuentro de absoluto control rojillo, pero sin picardía en ataque en ninguno de los dos conjuntos. Tal y como habían prometido los jugadores pamplonicas, se vio algo totalmente diferente en su juego en partido oficial. Osasuna dio una imagen muy distinta a la ofrecida en una pobre pretemporada, se metió bien entre los huecos del sistema flexible de Lillo, casi siempre por la banda izquierda en la primera parte, pero como siempre, le faltó definición.

Curiosamente, el conjunto almeriense, fiel al estilo de su entrenador de intentar sacar siempre jugado el balón, sin pelotazos, tuvo las ocasiones más peligrosas en el primer tiempo, dos en los seis primeros minutos.

Crusat disparó desviado, pero muy cerca del poste de la portería de Ricardo, quien salvó un mano a mano ante Corona tras una mala cesión de Damià.

Los locales llegaron con asiduidad al área rival durante la primera parte, con un destacado Camuñas en la banda izquierda, pero el dominio no se tradujo en verdadero peligro y sólo probaron al guardameta Diego Alves con un par de disparos de Aranda y del propio Camuñas.

La intensidad cayó en los primeros minutos de la segunda mitad, con un Almería encerrado en su campo y un Osasuna sin ideas para llegar a inquietar al guardameta rojiblanco.

Osasuna fue el equipo que más buscó la victoria, aunque no llegó a apabullar al Almería, decepcionante en el segundo periodo por su escasa ambición, mientras que los locales fueron un querer y no poder y ni Soriano ni Sergio pudieron marcar tras sendos libres directos.