Abelardo Fernández mostró su preocupación por las jugadas a balón parado, las cuales señaló como "el mayor peligro" del Málaga, ya que éstos cuentan "con gente que va muy bien por arriba". El Pitu catalogó al conjunto entrenado por Gracia como "una plantilla muy compensada" y asumió que "saldrán a por todas, es un equipo que no deja jugar".

El asturiano, que volverá a estar sentado en la grada, apostó por "buscar un mayor equilibrio en defensa y ataque" para el encuentro de hoy, el cual definió como "muy importante pero no decisivo". También habló sobre su ausencia en el banquillo. "Se sufre mucho más en la grada que en el banquillo", expuso.

El Sporting viaja a Málaga "en busca de la victoria", aunque para lograrla espera un equipo "muy distinto al que se vio ante el Athletic", día en el que sus pupilos jugaron "probablemente el peor partido de la temporada".

El técnico recupera para la cita a Rachid, que acabó tocado la sesión del miércoles, pero que ayer "entrenó con exigencia y lo ha hecho bien". Sin embargo, su presencia en el once es poco probable, ya que parece que Abelardo apostará por Mascarell, que aporta ese ansiado equilibrio que demanda el asturiano.

La primera plantilla y el cuerpo técnico se reunieron a principios de semana durante una hora y media en el vestuario, con el objetivo de encontrar soluciones para superar la mala racha de resultados. "El equipo está concienciado. Sabemos que no es fácil, que somos un equipo con poca experiencia en la categoría, pero vamos a luchar hasta el final", aseguró tajante. De hecho, expresó su deseo de que el Sporting "llegue dependiendo de sí mismo a la última jornada".

Por último, el preparador de los gijoneses reconoció que "es difícil saber cuántos puntos serán necesarios" para lograr la salvación, al mismo tiempo que consideró una "alegría" la convocatoria de los internacionales, haciendo referencia a Ndi, Vranjes, Sanabria y Halilovic.