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Primera puerta hacia la gloria

  • Carambola Un triunfo del Málaga en Motril y una derrota de la Real da el ascenso Partido Las dimensiones del Escribano Castilla y las nueve bajas del Granada 74 serán determinantes

El campo más pequeño del fútbol profesional puede ser la puerta al sueño más grande que vive Málaga. La localidad más cara esta temporada para viajar con el equipo puede suponer la mejor inversión en felicidad del aficionado. Puede ser que el partido más cerrado del año esconda el gol más soñado por todos. El momento más tenso se puede tornar en la mayor liberación experimentada. Quién sabe si el decimotercer ascenso escribirá su epílogo en el modesto Escribano Castilla, si a 95 kilómetros de Málaga estaba el paraíso. El ascenso.

El corazón y la justicia ante las matemáticas. Sólo uno de los nueve resultados posibles entre los partidos de la Real Sociedad y el Málaga desemboca en la carambola soñada, pero es tanto el sufrimiento a cuestas, especialmente en el último mes, que la fe guía el buen hacer blanquiazul.

Más allá del premio añadido, lo que se pondera en tierras motrileñas es el triunfo. Porque, que nadie lo olvide, dentro de esas nueve famosas combinaciones existen dos que dejarían a los blanquiazules por debajo de los donostiarras. El valor de un empate sólo existiría con los resultados de Real y Sporting por delante. Entre el a priori fácil partido en Castellón y el hecho de no ser determinante en las combinaciones para el ascenso esta jornada, los asturianos han vivido una semana plácida en esta guerra fría a tres bandas para conseguir las últimas dos plazas de ascenso.

El enemigo real es el Granada 74. Hace dos meses hablaríamos de un encuentro accesible. Nueve bajas, que dejaron a Marcos Alonso con los 18 de la convocatoria como únicos jugadores disponibles, se antojan muchas para el penúltimo clasificado, para un conjunto que únicamente cantó victoria una vez en los últimos 18 encuentros. Pero la soga del descenso aprieta más que nunca. Una derrota prácticamente derivaría en el descenso matemático. Y ya se sabe que en la agonía final la reacción puede ser la de abandono o la de agarre a la última esperanza.

Ésta pasa por Luque y el juego de estrategia. Tanto, que han llevado a Muñiz a emplear cuatro de sus cinco días de entrenamiento a ensayar a puerta cerrada. Mentalmente, la consigna ha sido borrar de la mente que existe un partido en Mendizorroza. Lógico: el ascenso puede estar en Motril, pero será impepinable venciendo hoy y al Tenerife. Hoy se trata de salvar los escollos de la ratonera para llevar el queso a Málaga.

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