La nueva vida del UMA Probisa Pizarra arranca esta tarde con el primer encuentro liguero en Teatinos (18:00) ante el L'illa Grau. Una vida de ciertos matices oscuros debido a que ya no están los mejores. Miguel Ángel de Amo fue fichado por el Barcelona y Franklin García aceptó una oferta irresistible llegada desde Finlandia. Por si fuera poco, el Probisa aún no dispone del transfer de los cubanos Isoil Pérez y Javier Britto, piezas clave para Jorge Montoro, técnico colegial. El del primero se espera para dentro de dos semanas y el del segundo parece imposible por el dinero que solicitan. Así las cosas, el Probisa afronta una singladura en la que el objetivo de conquistar la permanencia se complica todavía más. Existe optimismo en su consecución, pero los problemas se amontonan.

En la cancha malacitana comparece, además, un L'illa Grau que mantiene la base del curso pasado y que se erige como uno de los bloques más fuertes del campeonato. El Probisa conoce sus posibilidades y opciones, por lo que hablar de triunfo en el estreno de hoy suena a quimérico. No obstante, los costasoleños pelearán por hacer de Teatinos un fortín que les permita acceder cuanto antes a la salvación. El Probisa se encomienda a esa teoría, consciente de la dificultad que entrañará sumar fuera.

Pese a la multitud de ausencias que se acumulan por diversos trámites burocráticos, Montoro confía en las aportaciones de David Sánchez, central con experiencia forjada en la máxima categoría y que hará su estreno oficial con la escuadra pizarreña tras su incorporación, y de Simo, encargado de recoger el testigo de García en el aspecto anotador y que está ante la hora de adquirir galones en el equipo.

Por su parte, el entrenador malagueño considera que conservar la plaza en Superliga 2 es plausible, pero difícil. "El equipo está un poco cogido con pinzas por las bajas que tenemos, pero nosotros lucharemos por hacerlo lo mejor posible. La meta es estar entre los cuatro primeros y no tener que luchar en la promoción por no bajar.", explica Montoro.