El UMA Probisa Pizarra consiguió ayer la ansiada victoria en casa, la cual se les resistía en las tres últimas jornadas, en las que los universitarios jugaron como locales en el Pabellón de Deportes de Teatinos. El rival, un recién descendido, el Voley Lleida, prometía un partido muy complicado para los de Jorge Montoro y así fue. Cinco parciales necesitaron los anfitriones del encuentro (22-25/26-24/27-29/25-23/15-10) para doblegar a sus adversarios merced a un resultado definitivo de 3-2 a su favor.

La clave de la victoria tiene nombre propio: Franklin García. El opuesto del Probisa fue capaz de convertir los empates en victorias para su equipo. Hacía ya varias semanas que desde el seno del club se hablaba de la necesidad de encontrar a un jugador capaz de resolver las jugadas en momentos decisivos y, a pesar de que garcía no estuvo muy acertado durante las primeras jornadas de la Liga, se ha convertido ahora en esa pieza fundamental en el seno del equipo.

La igualdad entre ambos conjuntos se vio reflejada en el marcador desde el comienzo del partido. No fue hasta el quinto set cuando los locales pudieron respirar tranquilos. "Ahora el vaso se ve medio lleno", comentó Jorge Montoro, el técnico del Probisa. "Necesitábamos dos victorias seguidas para poder afrontar la liga de otra forma y ya han llegado, ahora podemos terminar el año en la parte media de la clasificación y, quizá, en la segunda vuelta podremos mejorar mucho nuestra posición", anheló el entrenador local.

El próximo encuentro para los universitarios será contra el colista de la Superliga 2, La Ermita Santanderina. De momento, Montoro quiere ser cauto y no se atreve a dar un resultado a su favor: "Tenemos muchas posibilidades, pero la verdad es que en esta categoría cualquier equipo puede ganar a todos los demás, así que hay que ir con cuidado". Sea como fuere, lo que sí es cierto es que, según las cifras, ganar al último siempre es más fácil que ganar al sexto, algo que ya ha logrado el UMA en esta vuelta.