El Barcelona aterrizó ayer en el aeropuerto de Seúl (Corea del Sur), su primera parada de la gira de ocho días que ha programado el equipo en Asia, ya que el jueves, tras disputar su primer partido en la capital coreana, partirá hacia Pekín para completar la segunda parte de su pretemporada.

En su llegada a Corea les esperaba una multitud de aficionados y representantes de medios de comunicación, quienes dieron la bienvenida a los de Pep Guardiola, entre los cuales Messi fue uno de los jugadores más aclamados.

En la presentación del amistoso contra las estrellas de la K-League (liga de fútbol surcoreana), el argentino aseguró que "los objetivos del equipo son los mismos de cada año. Poder conseguirlo todo. Sabemos que es difícil, pero tenemos una plantilla muy buena para repetirlo". Pese a la llegada de Mourinho al Madrid, opina que no tienen "una presión añadida".

Además, Messi manifestó que "no le importaría" que el Balón de Oro de la presente edición se lo otorgasen a sus compañeros Xavi Hernández o a Andrés Iniesta por el excelente Mundial que han realizado, ya que "se lo merecen". En cuanto a su revés en Sudáfrica con la albiceleste, dejó claro que está olvidado. "Me afectó, y mucho, porque no esperaba caer ante Alemania. Pero eso terminó, no se puede hacer nada más y pasó. Mirar atrás sería un error".

Por su parte, Daniel Alves fue otro de los que confesó que la ambición del equipo continuará intacta esta temporada y que pese a haber perdido jugadores importantes como Touré Yayá, las nuevas incorporaciones aumentarán el nivel de la plantilla. "Las expectativas son muy grandes. Debemos continuar con el trabajo hecho hasta ahora. Quiero empezar cuanto antes. Cada año que viene es más difícil que el anterior porque los rivales nos quieren desbancar".

El internacional brasileño también subrayó que la aportación de su compatriota Adriano Correia al conjunto azulgrana puede ser de alto nivel ya que otorga una gran polivalencia al técnico. "Tiene características similares a las mías y nos puede ayudar en varios aspectos. No podía haber venido a un club mejor".

Al igual que su compañero Messi, el ex sevillista quiere pasar página al fracaso de su selección en el Mundial y centrarse en la temporada que se avecina. "Vengo con el ánimo renovado. Tuve tiempo de ahogar las penas durante las vacaciones", declaró.

Finalmente, ambos jugadores manifestaron el deseo de que Cesc Fábregas fiche por el Barcelona.