El Puerto de Málaga amaneció ayer con un invitado inesperado. Radiant, un yate de superlujo de 110 metros de eslora, estaba atracado en el pantalán de Levante, zona habitual de embarcaciones de lujo, barcos de guerra y cruceros. Su presencia era tan impactante que muchos pensaron de inmediato que Abdullah Bin Nasser Al Thani ya estaba en Málaga. Algunas fuentes del puerto apuntaron que era propiedad de la familia real qatarí, aunque ni la propia tripulación ni las fuentes oficiales lo confirmaron.

Pero del yate no apareció ningún jeque. Sólo se dejaron ver miembros de la tripulación, todos ellos de nacionalidad filipina. Alguno afirmaba estar a las órdenes del emir de Dubai, Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, la gran mayoría respondía con un casi indescifrable "It's a secret" ("Es un secreto") cuando se les inquiría por el jeque qatarí que negocia su entrada en el Málaga. Curiosamente, casi el 25% de la población de Qatar es de nacionalidad filipina y está ligada a negocios navales.

Miembros de la policía portuaria malagueña también señalaron que tenían prohibición de señalar detalles relativos a la embarcación, aunque, según pudo pulsar Málaga Hoy, habían atracado en la ciudad a la espera de embarcar a dos pasajeros de nacionalidad británica.

Lo cierto es que el Radiant llegó procedente de Gibraltar, seguramente en una escala intermedia, y permanecerá en aguas malagueñas hasta el próximo 18 de junio, según confirmó su empresa consignataria, la agencia marítima Servimad. No tiene destino fijo, sino que está pendiente de órdenes al respecto, hecho este que disparó los rumores acerca de la posible identidad de su dueño.

Este periódico supo que Radiant es propiedad de la Sociedad Alf. Marine International LTD, que no tiene oficialmente demostrada una vinculación con el emirato de Qatar. Ondea la bandera de Islas Caimán, un paraíso fiscal (como suele ocurrir con la mayoría de este tipo de barcos), aunque las pruebas de mar de rigor las realizó en 2010 con enseña alemana antes de cambiar a la actual. Si ya a la vista se apreciaba el lujo de su construcción, queda confirmado con su construcción en Bremen, que posee uno de los mejores astilleros del mundo de yates (Radiant fue botado en 2007).

En cuanto a los datos técnicos, a los imponentes 110 metros de eslora hay que añadir los 18,8 de manga, los 4,5 de calado y dos máquinas que le confieren una potencia de 14.140 caballos de vapor, una capacidad para que se pueda manejar con mucha velocidad por alta mar.

La sorpresa por su presencia fue muy palpable en los habituales transeúntes del dique de Levante, corredores y ciclistas. Prácticamente todos los que pasaban por allí se quedaban impresionados por el tamaño del yate. "A ver si este va a ser el barco del jeque que va a comprar el Málaga", se preguntaban muchos.