El sábado por la noche, el Atlético Malagueño pernoctó en un hotel de cuatro estrellas en Roquetas de Mar. El horario matinal del partido en Vícar imposibilitaba el habitual viaje el mismo día de partido. Todo un lujo inusual para el filial blanquiazul, acostumbrado a la carretera y la manta por los campos de la Tercera División. Quién le iba a decir en ese momento a su entrenador, Rafa Gil, que ayer iba a dirigir el entrenamiento del primer equipo; mucho menos aún, que el sábado se estrenará como técnico en Primera en el flamante estadio de Cornellá-El Prat.

Aunque el club arregle el acuerdo para la llegada del nuevo entrenador estos días, no dará tiempo a que se haga cargo del conjunto ya ante el Espanyol (se espera que al menos pueda viajar y ver el encuentro desde la grada en caso de firma rápida). Ello propiciará el momento de gloria de este joven entrenador natural de Tolox, que cumple su tercera temporada en las filas del filial malaguista (le queda un año más de contrato) y compatibiliza su rol como ordenanza en el Ayuntamiento de su localidad natal.

Será efímero su paso por la primera plantilla, aunque de aquí al sábado la planificación del trabajo correrá por su cuenta. De hecho, para hoy mismo ya ha convocado una doble de sesión de trabajo (a las 10:00 y a las 17:00).

La sesión que organizó ayer por la tarde fue bastante suave. Antes de comenzar el trabajo, tuvo un breve encuentro con los futbolistas, a los que explicó de forma somera su breve tránsito por el primer equipo y lo que harán estos días antes de jugar en Barcelona. Dirigió, junto a su habitual ayudante en el filial, Luis Martínez, un trabajo de recuperación para los que jugaron como titulares contra la Real Sociedad y algo más activo y con balón para los demás.

Está por ver hasta qué punto su mano se notará en el encuentro ante el Espanyol. No sería de sorprender que el técnico malagueño tirara de algunos de los jugadores del Atlético Malagueño que él bien conoce (al menos para los entrenamientos) y que en los últimos tiempos están rayando a un buen nivel en la segunda plantilla, como es el caso de Portillo, Recio o Sergio, entre otros.

Abdullah Ghubn y Sandro, ambos estuvieron ayer en el entrenamiento para ver sus primeras evoluciones, le desearon suerte en esta corta andadura de transición.