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Rellenar la despensa

  • Antes de vérselas con Atlético y Real Madrid de manera consecutiva, toca difícil viaje a Eibar con la idea de volver a puntuar fuera de casa Javi Gracia efectuará varios cambios en el once

Parece increíble, pero en 48 días la Liga se habrá acabado. Con 9 jornadas por disputarse, cada equipo jugará prácticamente cada cinco días. Se acelera el ritmo y hoy comienza la primera de las dos jornadas intersemanales que quedan. Abril y mayo de infarto. Faltan por resolverse muchas cuestiones. También las del Málaga, que sigue teniendo a vista al Villarreal y al Athletic, Rayo y Real Sociedad en el retrovisor. Con el ritmo acelerado, todas las emociones y circunstancias se harán más intensas. Una rotura fibrilar causaría un daño casi irreparable, un triunfo apenas dará tiempo para el festejo y una derrota ofrecerá pronto la revancha. La montaña rusa acabará premiando a los que les tiemble menos el pulso. Los chicos de Javi Gracia lo afrontan equidistantes de la Europa League y el octavo clasificado. Y aún con una despensa que permite afrontar momentos de hambruna. Pero no estaría de más, viendo el invierno que planean traer Atlético y Real Madrid en las jornadas posteriores a esta, rellenar un poco más la despensa. Más cuando a priori el Eibar ofrece una tregua antes de esos dos triunfos.

Pero seguro que el entrenador blanquiazul ve más fácil afrontar esas dos jornadas que la de esta noche. El cóctel de peligrosidad reúne todos los ingredientes: campo de dimensiones más reducidas, un equipo con el agua con el cuello, una batalla continua en el juego aéreo. Y huelga recordar lo que sufre el Málaga en sus salidas, ante equipos que muerden más que juegan al fútbol y que no gasta muchos centímetros en su plantel, más aún con Camacho fuera de juego. Aunque los últimos desplazamientos han sido la repetición de una misma pesadilla, aunque sea por estadística siempre está más cerca el día que el equipo volverá a puntuar a domicilio.

Además, aunque primero está el ombligo propio, la jornada pinta propicia para ampliar distancias con los que vienen por detrás. El Rayo recibe al Real Madrid, el Athletic al Valencia y la Real Sociedad tiene que jugar en el Vicente Calderón. El golpe moral para futuras citas con más de seis puntos de ventaja con el octavo sería tremendo.

Visto el pasado sábado que será imposible ser infalible en casa, Europa obliga a dejar de ser tan bisoño a domicilio. Se ha convertido en una canción cada dos semanas, pero así es. Se acaba el margen de recuperación. Quizá la temporada próxima estos ataques de inocencia en determinados encuentros mengüen o desaparezcan, pero esa inversión a medio y largo plazo no es compatible con escalar por la clasificación.

Tras viaje complicado, toca otro horario tonto. La concentración de encuentros obliga a cambios para tener a hombres frescos, algo de lo que no andan sobrados los equipos a estas alturas. Por lo pronto, las sanciones de Sergio Sánchez y Samu Castillejo ya le facilitan el trabajo a Javi Gracia, que seguirá premiando el momento de Amrabat manteniéndolo en el once. Con Miguel Torres garantizado como lateral izquierdo fuera de casa y Angeleri recuperando su puesto en el centro de la zaga junto a Weligton, que vive su enésima juventud.

El Eibar, además de desesperado por su súbito descenso en la clasificación, afronta el choque con bajas que le debilitan. Aunque también se ha creado un clima por Ipurúa para vencer este partido invocando todos los factores posibles. Escoció la forma de perder frente al Rayo, también en casa, y el domingo toca misión imposible en el Bernabéu. Todos esos elementos que hacen aflorar en la mente del aficionado la fama de resucitador del Málaga.

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