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La Rosaleda, otro parlamento para Luis

  • Tenso "Lo ideal sería que me echaran", espeta el técnico ante la supuesta búsqueda de su relevo Retorno La selección española juega en Málaga 14 años después

Debía ser el reencuentro de Málaga con España, de España con Málaga, 14 años después, acaso sazonado con ánimo de revancha por el daño de Hannover en el último Mundial. Pero el imán de Luis Aragonés con los debates viajó a su lado en el AVE, y eso pesa más que la efeméride. Mientras mascullaba en su asiento en quién pensará Villar para que le supla tras la Eurocopa -la enésima filtración en su contra- y preveía otra rueda de prensa agitada, por si fuera poco en la estación María Zambrano medio millar de aficionados le recordaron que sigue teniendo un grano en el trasero. Gritos de "Raúl, Raúl" le dieron la bienvenida. El regocijo de la ciudad por recuperar a su Selección entramado en otra fuga de calma para España, así se esboza el primer banco de pruebas nacional antes de la cita en Austria y Suiza.

Ni siquiera el talante amistoso del duelo ha priorizado que no habrá un hueco libre esta noche, que la deuda de 14 años del equipo nacional con Málaga no ha mitigado la pasión por la roja en estos lares. Es el fenómeno Luis, que empezó la semana abochornando con una acalorada discusión en antena con periodistas de Onda Cero, la prosiguió citando a Arbeloa y Silva estando lesionados y la cerró litigando con su último gran apoyo, Ángel Villar. "Lo ideal sería que me echen", afirmó ayer incluso.

Luis y la soledad de su conciencia encuentran aliados en la cantidad de nombres propios que atenuarán el tenso regreso de España a La Rosaleda -remodelada desde aquel otro amistoso con Finlandia y ya con tornos que evitarán otra noche de entradas falsas y público agolpado en los vomitorios de las gradas-. Las casi 30.000 almas que se amontonarán en Martiricos presenciarán un momento histórico: el debut de Bojan con la selección, que supondrá el más precoz de la historia. Sus 17 años y cinco meses superarán en cuatro la otrora marca de Ángel Zubieta (Athletic), escrita hace casi 72 años.

La salida de Bojan de la probeta, además de aplacar el debate sobre Raúl y mandar un mensaje a Serbia para que se olvide de él -posee la doble nacionalidad-, pondrá en segundo plano el más que probable estreno de Fernando Navarro (Mallorca) con la selección -ya había jugado con la sub 21-, el último experimento en busca de savia nueva para el lateral zurdo. El aficionado podrá examinar también a Albelda, cuyo estado de forma tras ser denostado por Ronald Koeman hará de termómetro para sus posibilidades de acudir a la Eurocopa.

Enfrente, la siempre incómoda Francia, que en Alemania culminó una historia de desdichas patrias desde la Eurocopa en que Arconada mostró sus vergüenzas ante Platini (1984) y dejó al país con cara de subcampeonato. 12 años después, un empate a uno dejó a los galos primeros de grupo justo por encima de España. La Eurocopa de 2000 será recordada por aquel penalti fallado por Raúl (2-1) que volvió a marcar la frontera en los cuartos de final. Un Zizou enfurecido por las portadas que le daban por enterrado lideró al equipo que apeó a los de Luis en el último Mundial (1-3). Las retiradas de Zidane y Barthez (Henry ocupa ahora el trono de las adoraciones) son los únicos cambios de un combinado que mantiene su vertebración y mando con Raymond Domenech. Hoy consideran el partido como un test de lujo para la Eurocopa. Málaga es feliz por poder verlo.

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