Se ve que Joaquín destila cariño y que también lo sabe recibir. Entre los más de 15.000 espectadores que se dieron cita ayer en su presentación había unos muy especiales que habían llegado a La Rosaleda en dos minibuses amarillos de una empresa de Sanlúcar de Barrameda, provincia de Cádiz, su tierra. Se trataba de su familia y amigos más cercanos, que tampoco se quisieron perder la puesta de largo en blanquiazul del de El Puerto de Santa María. Si la grada registró el mayor aforo de estas macropresentaciones que el club está preparando para sus aficionados, lo mismo ocurrió en el palco, donde sólo las tres primeras filas estaban vacías. Toda esta pasión la englobaba Joaquín en una frase que resumía su filosofía de juego: "Si tú no eres consciente de que tienes que disfrutar, difícilmente harás disfrutar a los demás".

Su espontaneidad le sale de una forma tan natural como cuando se dedicó a dar pases taurinos con la bandera del Málaga con la que salió al césped. Eso sí, ante la explosión de ánimo de sus nuevos fieles, siempre mirando a la grada, caminando de espaldas, excepto en los saludos protocolarios a sus nuevos directivos. "Proyecto, ilusión y equipazo hay" fue otro de sus principales mensajes.

Pese a su rostro cansado, la de ayer había sido una dura jornada que empezó a primera hora de la mañana en la sede de Clínicas Rincón de los bajos de La Rosaleda con el reconocimiento médico y pasadas las 21:30 no había concluido, siempre le acompaña una sonrisa. Y ayer mucha ilusión. "Estoy como un chiquillo que lo llevan por primera vez a disfrutar o que le acaban de regalar su primer juguete", decía.

Joaquín no es precisamente nuevo en esto, por lo que reconoce que su condición de extremo, bien llevada cuando le ha tocado actuar de volante, como le gustan los centrocampistas de banda a su nuevo entrenador, no será problema alguno: "Pellegrini tiene las ideas muy claras. Si estoy aquí es porque puedo sumar y hacer ese fútbol que tanto gusta en Andalucía y a Pellegrini".

Su salida del Valencia, donde ha estado las últimas cinco temporadas, y consecuente renuncia a jugar la Liga de Campeones la próxima temporada, también tuvo su explicación. "Creo que todos sabemos lo que se está formando aquí, y no sólo por los fichajes. Se están formando las bases para que esto vaya a mejor. Ahora le toca disfrutar a la afición, que ya era hora", explicó un Joaquín que volvió a lucir su personalidad con un ejemplo más gráfico: "Las bases se están sentando. Cada mañana me froto los ojos pero esto ya no es un sueño, sino una realidad". 

El Málaga tiene su 7: Joaquín Sánchez Rodríguez. Y su objetivo para las próximas tres temporadas, pues ha firmado hasta junio de 2014, es "luchar entre los mejores, aunque hay que tener los pies en el suelo. Todo tiene su sacrificio. El camino está por recorrer". Ayer se ganó a la gente. Hasta un grande como Ben Barek le hizo su foto.