Vienen como un tiro, y no desaprovecharon la oportunidad que les brindó el Atlético Malagueño en el día de ayer. El Marbella arrancaba el partido en el Maulí conociendo el resultado del Estepona, lo que le daba una importancia mayor a su enfrentamiento con un colista, el Antequera, que necesitaba los puntos con extrema urgencia.

De ahí el dominio que ejercieron durante buena parte del encuentro. A pesar del aguacero que hizo presenci en el Maulí, los antequeranos se dejaron la piel sobre el embarrado césped, pero la fortuna les volvió a ser esquiva. Los locales siguen sin encontrar el camino del gol en este 2012, y el paso de los partidos genera un nerviosismo superior a los equipos en situaciones como la suya. Vicente Ortiz tiene una árdua tarea por delante, sobre todo psicológica. Migue España se topó con el palo y Cala rozó el gol por milímetros. El empate inicial se mantuvo al descanso, pero en la segunda mitad, la teórica superioridad marbellí se vio, sobre todo, en su acierto en el área. Bastó una simple acción de Rudy para decantar el partido. El delantero marbellí volvió a resultar decisivo para los suyos en partidos de este calibre. Cuando el juego se traba, aparece él y marca las diferencias. Sus siete goles le acreditan, y los tres puntos le aupan a tres puntos del líder. Un sueño, tras verse no hace mucho a once de distancia. Lo peor fue dejar así a un Antequera que sigue añorando los manguitos.