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Rusia esboza su primera sonrisa de oro

  • Los anfitriones se estrenan en el medallero tras una mala jornada inaugural Mayer sorprende en descenso

Primero fue un bronce, luego una plata y, finalmente, el oro delante del mismísimo Vladimir Putin: tras una jornada inaugural sin ninguna medalla que celebrar, Rusia esbozó su primera sonrisa dorada en los Juegos de Sochi.

La delegación local dio el primer paso hacia su gran objetivo: liderar el medallero el 23 de febrero y olvidar el humillante undécimo puesto de Vancouver 2010. La primera alegría del día la dio la patinadora Olga Graf con el bronce en los 3.000 metros y luego llegó la plata de Olga Viluchina en biatlón. Como en un buen thriller, lo mejor se quedó para el final: el oro en patinaje artístico en equipos con Evgeni Plushenko fundiéndose con el hielo de la pista del Ice Skating Palace.

La estrella mundial del patinaje se impuso en el libre masculino y puso a Rusia rumbo a su primer oro. Con otra actuación casi perfecta, Julia Lipnitskaya confirmó el primero de los muchos oros que espera Putin, presente en las gradas. Con 31 años, Plushenko logró su cuarta medalla olímpica y su segunda de oro tras la conquistada en Turín 2006.

Putin fue de los primeros en felicitar a Graf por el primer metal ruso: "Ha regalado a millones de aficionados unos minutos inolvidables". Graf, que completó el podio de los 3.000 metros por detrás de la holandesa Ireen Wust y de la checa Martina Sablikova, señaló que hacía tiempo que no corría con tanta "sangre fía". "Al final estaba de los nervios y recé para que el cronómetro fuera suficiente", dijo la patinadora. La jornada rusa la redondeó Albert Demchenko con una nueva plata en luge, superado por el gran favorito, el alemán Felix Loch.

Por su parte, el austriaco Matthias Mayer dio el golpe de su vida a los 23 años para imponerse en el descenso, especialidad en la que nunca había ganado una prueba y en la que los grandes favoritos, el estadounidense Bode Miller y el noruego Aksel Lund Svindal, incluso se quedaron fuera del podio. "Ni yo entiendo lo que significa ser campeón olímpico. Es la primera vez que estoy en un podio", dijo Mayer mientras se abrazaba con un nutrido grupo de colaboradores. El austriaco, cuyas mejores actuaciones hasta ahora en la Copa del Mundo fueron dos segundos puestos en supergigante, se impuso en la pista de Rosa Khutor con un tiempo de 2.06,23 minutos, seis centésimas más rápido que el italiano Christof Innehofer y una décima más veloz que el noruego Kjetil Jansrud, plata y bronce respectivamente.

Peor se le dio el domingo a la delegación española. Ferrán Terra y Paul de la Cuesta padecieron la pista helada de Krasnaya Polyana y quedaron rezagados en el descenso, la prueba reina del esquí alpino. La biatleta granadina Victoria Padial terminó en el puesto 52 (de 84) en los 7,5 kilómetros sprint, una prueba en la que esperaba una mejor actuación tras sus dos platas en el campeonato de Europa, aunque logró una histórica clasificación para la prueba de persecución. El oro fue para la eslovaca Anastasiya Kuzmina. Imanol Rojo y Javier Gutiérez también estuvieron lejos de la pelea en la prueba de 15 kilómetros de esquí de fondo más 15 de skiatlón y terminaron en los puestos 50 y 58, respectivamente, mientras que en descenso Terra finalizó en el puesto 34 y De la Cuesta, en el puesto 28, lejos de su ambicioso objetivo de meterse entre los 15 mejores.

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