Málaga c. f.

Salva supera a Dely Valdés

  • El sábado hizo su gol 40 con la camiseta del Málaga, dos más que los que firmó el panameño l Tras Basti (55) y Catanha (50), ya es el tercer mejor goleador en la historia del C. F.

Aún pone los vellos de punta ver en la sala de prensa la foto de Dely Valdés celebrando uno de los dos tantos en Elland Road, aquella noche en la que se convirtió en el héroe de Leeds. Torron, uno de los mejores masajistas del mundo (lo dice el gran pelotón ciclista), recuerda continuamente que nunca le daba trabajo porque jamás se lesionaba. Los pocos que quedan en Martiricos de la época del panameño siguen poniéndolo de ejemplo de puntualidad al llegar a los entrenamientos. Es el máximo goleador en la historia del Málaga bajo cualquier denominación en Primera División (38). El mito del delantero de ébano sigue intacto en Málaga, pero su tercera plaza como máximo goleador en la historia del Málaga C. F. ya es propiedad de Salva. Con su doblete ante el Sevilla Atlético, lo que elevó su cuenta hasta los 40, se hizo acreedor de un trozo de la leyenda viva de la entidad.

Los tantos del maño aún distan del puesto de honor que regenta Basti. En cinco temporadas como blanquiazul, el paleño marcó 55 goles entre Segunda y Segunda División B. Catanha, en dos ejercicios, uno en la máxima categoría y otro en la de plata, firmó 50. Ese será el siguiente escalafón que habrá de perseguir Salva Ballesta.

En su cuarta temporada como blanquiazul, sigue siendo la primera, en la que llegó como cedido por el Valencia a falta de cinco minutos para el cierre de plazo, la que permitió ver al mejor Salva Ballesta. Logró 18 tantos que hicieron olvidar a la Doble D y se convirtió en el baluarte de Juande Ramos. Se quedó a una sola diana de ser el mejor goleador nacional (Tamudo y Mista, ambos con 19) y vio frustrado su sueño de ir a la Eurocopa de Portugal, aunque volvió a ser internacional de la mano de Iñaki Saez -frente a Dinamarca, en El Molinón, el 31 de marzo de 2004-.

Esa citación se concretó en un espectacular 2-1 contra el Athletic de Bilbao. En el minuto 94, cuando se daba por hecho el empate, Salva cabeceó a la red un pase de Insúa que permitía seguir soñando con ir a la UEFA. Con la cabeza vendada por una herida que le había procurado Larrazabal y emocionado por el atentado del 11-M -perpetrado días antes del partido y que llevó al maño a realizar unas polémicas declaraciones-, esa tarde el seleccionador por entonces, Iñaki Saez, había acudido expresamente a La Rosaleda a verle jugar. Sangre, sudor y lágrimas le costó volver a defender la elástica de España.

De aquella memorable temporada también quedará para el recuerdo la manita endosada al Barcelona (5-1) el 3 de diciembre de 2003. Los tres primeros tantos del Málaga llevaron el sello de Salva, que se estrenó con su primer hattrick como blanquiazul -el otro lo logró el año pasado en el empate a tres tantos contra el Real Madrid Castilla en La Rosaleda-.

Tras volver al Valencia y jugar como cedido en el Atlético de Madrid la temporada siguiente, Salva firmó por cuatro años con el Málaga en verano de 2005. Regresó como un ídolo, aunque completó su peor año como blanquiazul. Su bagaje de seis tantos fue un lastre en una temporada que acabó con un deshonroso descenso a Segunda. Su doblete al Betis en la goleada que le endosó el Málaga (5-0) en la octava jornada fue su tarde de mayor gloria en una campaña muy aciaga.

La temporada pasada recuperó su olfato, pero fue más protagonista por su salida debido al azote de la Ley Concursal. Cuando vio que su contrato corría peligro y tras una tirantez dialéctica con el presidente, Fernando Sanz, que emborronó su buena relación, forzó su cesión. Se marchó a Primera con el Levante. Atrás quedaban 21 jornadas, medio campeonato, y 10 goles con su rúbrica. El último fue en Murcia, precisamente con efeméride: fue el primer que logró desde fuera del área y, seguramente, el más bonito de todos los que ha firmado con el Málaga.

Esta temporada se le presuponía el pilar clave de Muñiz, máxime cuando en verano, tras unas complejas negociaciones, accedió a modificar las condiciones de su contrato estableciendo cláusulas por objetivos. A pesar de su doblete en la primera jornada contra el Salamanca, el que iba para mejor fichaje del Málaga enlazó una serie de lesiones que le llevaron a perderse seis encuentros. Desde hace un mes ha recuperado el ritmo habitual de entrenamiento y ya acumula seis tantos, los mismos que Antonio Hidalgo, para compartir el primer puesto en el podio de máximos anotadores.

Salva ha demostrado ser un puro rematador. Fe de ello es que 39 de sus 40 tantos han sido dentro del área y el 30 por ciento los ha logrado de cabeza. De los 11 penaltis que chutó, transformó 9.

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