Los futbolistas del Racing de Santander consiguieron la deseada salida de los dirigentes del club tras cinco meses de impagos, pero la Federación Española de Fútbol castigó al equipo con la exclusión de la próxima edición de la Copa.

Los jugadores del Racing, un histórico del fútbol español que pena en la tercera categoría (Segunda División B), se negaron el jueves a disputar el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad, exigiendo la marcha de sus directivos.

Ayer, los tribunales de Santander obligaron a los dirigentes del Racing de Santander a celebrar una junta de accionistas que había sido anulada en la noche del jueves.

La decisión judicial fue recibida con emoción por la mayoría de los seguidores del Racing de Santander, ya que la asamblea de propietarios del club decidió ayer por unanimidad destituir al consejo de administración, encabezado por el polémico Ángel Lavín, y nombrar a uno nuevo presidido por el antiguo jugador Juan Antonio Sañudo.

En la nueva dirección del club estarán también sus ex compañeros en el equipo verdiblanco Paco Liaño y Pedro Alba.

Los jugadores habían logrado la victoria, aunque más tarde la RFEF no tuvo piedad del club y sancionó al equipo con todo el peso del reglamento del torneo. Francisco Rubio, juez único de Competición para la Copa del Rey, decidió declarar la incomparecencia del Racing de Santander ante la Real Sociedad, la pérdida de la eliminatoria y confirmar que no podrá participar en la próxima edición del torneo en aplicación del Código Disciplinario.

La RFEF también decidió castigar al club con una multa de 3.006 euros. El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, se apresuró a pedir al presidente de la RFEF, Ángel María Villar, que "contemple la posibilidad" de indultar al Racing.