Sergio Scariolo, seleccionador español de baloncesto, cuida, mima, motiva y necesita a Rudy Fernández, al que exige mucho más que puntos en el Mundial de Turquía.

Durante la gira de preparación del campeonato, el italiano vio a Rudy preocupado por su futuro con los Trail Blazers. Su deseo es dejar Portland, donde la pasada temporada contó con menos minutos de los esperados.

La NBA le multó porque su agente expresó el deseo del jugador de 25 años de salir de su actual franquicia. Y en la previa del inicio del Mundial, Scariolo le dio en público toque de atención exponiendo lo que el jugador niega ante los medios: que la situación le afecta.

"Sufre una situación de preocupación, de indefinición, de tristeza por momentos, pero es un gran competidor, estoy convencido de que su orgullo competitivo, su capacidad de estar concentrado en el momento importante le harán subir sus prestaciones", dijo Scariolo.

Minutos después, Rudy era preguntado sobre su tristeza. "Estoy totalmente feliz por acudir al Mundial", replicó el alero.

El italiano pretendía quizás pinchar a un jugador llamado a liderar el ataque de España junto a Navarro y Marc Gasol, pero al que el míster pide más que eso.

"Al margen de que anote más o menos, espero que Rudy corresponda, que sea titular con Navarro en los roles de alero, apostando por la fantasía y la velocidad", pidió Scariolo.

Rudy, cuya posición natural es la de escolta, debe asumir, aunque con características diferentes, el puesto de Carlos Jiménez, que dejó la selección tras los Juegos de 2008. Es decir, debe aportar en defensa y en rebote, además de anotar. El domingo ante Nueva Zelanda aportó 12 rebotes, lo que satisfizo a su técnico. En cambio, ante Francia estuvo más acelerado.

"Está mejorando, espero que lo de Nueva Zelanda sea una inyección de confianza. Puede ser útil en muchas facetas del juego, como el rebote defensivo. Conforme vaya progresando la competición, se centrará más y se aislará de sus problemas personales", deseó ayer Scariolo.

El italiano confía en ver la mejor versión de Rudy, que promedia en dos partidos 12,5 puntos y 8 rebotes. "Su naturaleza competitiva le hará sacar lo mejor de sí mismo y eso le ayudará a estar más cómodo, contento, animado y a ser más eficaz en la cancha".

"Estoy contento del rol que tengo en el equipo. Me da igual jugar de dos o de tres. Mucha gente decía que no podíamos jugar juntos Juan Carlos (Navarro) y yo, y estamos demostrando que estamos bien compenetrados", señaló ayer Rudy Fernández.

También sus compañeros saben lo importante que son las sensaciones para el jugador de Portland. "Tiene muchísimo talento, hay que dejar que se sienta cómodo en la pista y que haga su juego. Es capaz de hacer cualquier cosa, es determinante", analizó Raúl López, la última incorporación.