El Sevilla, con un Luis Fabiano en figura, hizo olvidar a su hinchada el traspiés en la Liga de Campeones (3-2, en Estambul) al apabullar (5-0) a un Real Zaragoza que corroboró ser uno de los equipos más endebles como visitante en la actual campaña de la Primera División.

Volvió a ser otra vez el pichichi Luis Fabiano el encargado de allanar el camino de la victoria del Sevilla, pues en solo cinco minutos, con dos goles, dejó el partido sentenciado, habida cuenta de la escasa capacidad de reacción de los aragoneses.

Aunque el primer gol tardó algo en llegar (próximo al minuto 20 de la contienda), el dominio pronto correspondió al equipo dirigido por Manolo Jiménez, que ya al descanso ganaba por tres tantos. En la segunda parte, dos dianas más de los locales cerraron el marcador de un partido en el que la renta de los sevillistas pudo haber sido mayor.