El Sevilla ganó al Spartak y dio un gran paso para estar octavos de la Liga de Campeones, en un partido sin brillo y con una segunda mitad más disputada al ofrecer los rusos una versión más ofensiva.

El conjunto de Nervión salió muy fuerte y esto impidió al Spartak jugar como le gusta, es decir, con el fútbol rápido y al contragolpe. Así, con una gran intensidad, el control total del medio campo por la fuerza de N'Zonzi y Pizarro, y buenas subidas por las bandas, sobre todo de Nolito y Escudero por la izquierda, los locales superaron al agazapado equipo ruso en los primeros 25 minutos y gozaron de claras ocasiones. La primera llegó a los tres minutos, pero Banega disparó ligeramente desviado y, cuatro minutos después, también pudo marcar Nolito con un tiro que despejó el meta Selijov. El dominio del Sevilla, con un juego más elaborado que otras veces, se materializó en el marcador cuando parecía que empezaba a atenuarse su empuje, a la media hora, cuando Lenglet cabeceó con potencia un córner botado por Banega. El Spartak, inofensivo hasta entonces, se espabiló y avisó de su peligro en dos ocasiones: una falta directa que ejecutó perfectamente Fernando y Sergio Rico, muy seguro, mandó a córner; y un tiro flojo de Glushakov desde la frontal del área que despejó la zaga y dio paso al descanso.

En la reanudación, el equipo moscovita salió con el reto de variar el guión del partido e inquietar al rival mucho más cerca de su área rival, pero le costó un mundo generar peligro real ante la meta de Sergio Rico. Mientras, los sevillistas crearon peligro en los contraataques. Así, Nolito lo intentó, pero su tiro cruzado salió rozando el poste derecho de Selijov, no perdonando Banega al filo de la hora de juego para hacer el segundo desde la frontal del área con un gran disparo con la izquierda.

Entonces, el Spartak se fue arriba, pero sin éxito ni claridad, y a un cuarto de hora del final Ben Yedder pudo ampliar la renta local, si bien su remate en el área lo sacó un defensor en la línea de gol. Esto espoleó a los rusos, que acortó distancias en el 78 por medio del caboverdiano Ze Luis, que acababa de salir al campo por Melgarejo, lo que dio emoción a los últimos minutos al volcarse en ataque el Spartak, pero el Sevilla supo asegurarse un triunfo vital.