El Sporting logró ayer un triunfo convincente en uno de sus mejores partidos como local al ganar al Sevilla Atlético (4-1). Y es que con la recuperación de Kike Mateo, el cuadro asturiano llevó la iniciativa desde el principio y, bien apoyado por Pedro y Diego Castro en las bandas, creó peligro desde el principio.

El primer gol llegó en un saque de esquina resuelto por Kike Mateo y, a partir de ahí, el partido se igualó con ocasiones en las dos porterías. En el minuto 27, Alfaro cabeceó fuera, totalmente solo, y en la siguiente jugada, Mateo lanzó un contragolpe que finalizó con un tiro al poste.

El árbitro tomó protagonismo al no señalar un posible penalti a Kike Mateo y, por contra, pitar la pena máxima en una jugada de Sastre con Perotti. En medio de una gran bronca, Alfaro empató tras repetir el lanzamiento.

Con el ambiente caldeado, los gijoneses salieron con mucho empuje y recibieron pronto el premio de los goles. Primero fue Jorge en una cabezazo. Después, Kike Mateo aprovechó un rechace de Redondo para poner el 3-1. En esta jugada se lesionó Redondo, retirado en camilla.

En pleno desconcierto visitante, Bilic sentenció el 4-1 tras hacer un sombrero en el área a Ismael y batir por abajo a Varas.