Su buen hacer, su lucha y su entrega traducida en números han permitido a Vladimir Stimac subir peldaños en el escalafón hasta abrazar la titularidad en el último mes de competición. Promedia en los últimos seis encuentros 23 minutos sobre la pista. Ayudó también la baja de Fran Vázquez, al que se le nota que le faltan una pizca de explosividad tras su lesión de tobillo. Pero Stimac se gana los minutos por derecho.

En esta racha ha sumado 10 o más rebotes en cuatro de los seis partidos, con un tope de 16 en la ACB en el encuentro ante el Valladolid y de 14 en la visita a El Pireo en la Euroliga. En tres de ellos los ha complementado con 10 puntos o más para convertirse en el jugador de la plantilla con más doble doble esta temporada, dato significativo.

Stimac captura en estos seis partidos un rebote cada algo más de dos minutos. Ha sumado 61 capturas en 140 minutos en pista, lo que da idea de la presencia bajo los tableros que está teniendo el gigante serbio, justamente en una secuencia en la que el Unicaja ha perdido la batalla en el rebote en los últimos cinco partidos. De forma ajustada en tres de ellos, pero ampliamente en la Paz y la Amistad (46-36). Había sido una de las fortalezas del equipo malagueño, que rara vez perdía antes en ese segmento del juego, clave para realizar el juego de contraataque y transición que propone Joan Plaza. El rebote no es sólo cuestión de los pivots. Sin ir más lejos en Grecia muchos de los rechaces fueron largos.

La labor de Stimac es reconocida por sus compañeros. Caner-Medley, por ejemplo, decía el pasado miércoles en Zona Verde que el serbio era "el jugador que más me ha sorprendido de la plantilla, por la intensidad y la energía que nos transmite a los compañeros".