El australiano Casey Stoner no dio opción a ninguno de sus rivales y acabó doblegándolos a todos para hacerse con el mejor tiempo en la jornada inicial de entrenamientos para el Gran Premio de la Comunidad Valenciana de motociclismo, en la que los españoles Héctor Barberá y Julián Simón hicieron lo propio en sus respectivas cilindradas.

Stoner volvió a dejar claro, una vez más, que ha regresado tras su breve receso forzado por las circunstancias con más fuerzas y bríos, si cabe, que anteriormente, con lo que acabó superando a todos sus rivales en más de tres décimas de segundo en la que se podría calificar como jornada de contacto con el circuito valenciano, último escenario de la temporada.

Stoner marcó un ritmo imposible para sus rivales, entre los que destacó Jorge Lorenzo, que acabó segundo, por delante de Dani Pedrosa y Valentino Rossi, los cuatro pilotos que verdaderamente marcan la diferencia en MotoGP.

La nota destacada de la jornada tuvo como protagonista a un estadounidense, Ben Spies, el flamante campeón del mundo de Superbike, que disputará el mundial 2010 como piloto de Yamaha y que por su título recién conseguido en el circuito portugués de Portimao recibió la recompensa de su fabricante para participar en Valencia.

Aunque el piloto tejano sabía que sería complicado, quizás no pensó que tanto y, a la postre, tuvo que conformarse con la decimoquinta plaza.

En donde quizás no hubo sorpresas fue en el resto de cilindradas, en donde se preveía el dominio español y así fue, puesto que Julián Simón mantuvo a raya a Nico Terol y el resto de rivales del octavo de litro, aunque lo hiciese por muy escaso margen, mientras que Héctor Barberá se "sobró" mucho más en el cuarto de litro.

Barberá supo hacer su trabajo a la perfección y si bien en los minutos iniciales quien dominó fue el castellonense Álex Debón, éste al final se tuvo que conformar con la segunda plaza, a algo más de tres décimas de segundo de su rival, pero por delante de Álvaro Bautista y del japonés Hiroshi Aoyama, quien se juega el último título mundial de la temporada con el italiano Marco Simoncelli.

Aoyama, sin arriesgar más de lo estrictamente necesario, pues solo dispone de una moto, supo ir ganando terreno para acabar a algo más de siete décimas de segundo de Barberá, pero por delante de Marco Simoncelli, a quien aventaja en 21 puntos, suficientes como para que se tome la carrera valenciana con bastante calma.

El caso de Simón fue distinto. El piloto de Villacañas ya es campeón del mundo y desde que lo consiguió parece haberse conjurado para intentar demostrar con victorias el porqué de su condición. Ganó en Australia y lo hizo también en Malasia y, aquí en Valencia parece querer hacer lo propio, por lo que ya en los primeros entrenamientos puso a sus rivales firmes y, no sin cierto trabajo, acabó mandando al frente de la tabla de tiempos a falta de la segunda y última jornada.