El gran frente en el que trabaja el Málaga, al menos el único que ha trascendido con más claridad en esta extraña transición hasta la confirmación de Abdullah Al-Thani como propietario, ha vivo pequeños contratiempos. Al parecer, la redacción del contrato definitivo de Eliseu con el club ha sufrido leves problemas a la hora de tratar el régimen fiscal. El agente del luso, Carlos Gonçalves, así lo confirmó ayer a Málaga hoy, aunque no cree que vaya a ser una traba tan grande como para impedir que su representado acabe regresando a Martiricos.

Se espera que no sea importante porque Gonçalves sigue confiando en el principio de acuerdo que hay con el Málaga, a su vez supeditado a un entendimiento entre clubes (a falta de oficialidad, el pago blanquiazul de 500.000 euros a sumar al otro medio millón que el Lazio les adeuda).

Esa fue la gran conclusión que quedó del último contacto del agente de Eliseu con Fernando Sanz, que fue quien zanjó con él esos términos de acuerdo.

Por su parte, el veloz extremo ya ha regresado de su viaje de vacaciones con su mujer, cuya última escala, improvisada, le llevó hasta las Bahamas. Eliseu está de vuelta en Portugal, así como su representante, a expensas de la llamada que le diga que todo tiene oficialidad y así poner rumbo a España (apenas tendría tiempo para soltar las maletas y partir hacia Benahavís para unirse al trabajo de pretemporada con el grupo). Curiosamente, el Lazio trabaja en un conocido del Málaga para paliar su marchar: Victor Obinna, que la pasada campaña jugó cedido en Martiricos.