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Thomas sostiene al Atlético en el descuento (0-1)

  • Un tanto de falta del ghanés da los tres puntos a los de Simeone cuando el partido ante el Dépor parecía abocado al empate.

Thomas celebra el tanto de la victoria atlética. / EFE

Thomas celebra el tanto de la victoria atlética. / EFE

El Atlético de Madrid iba a prolongar su serie de empates con una igualada ante el Deportivo, resultado que parecía valerle a su entrenador, Diego Pablo Simeone, a tenor del último cambio que introdujo en el partido, al retirar a Griezmann para meter al uruguayo Giménez, pero en el descuento apareció el ghanés Thomas para darle los tres puntos.

Faltaban diez minutos y el Atlético, que apenas se había asomado un par de veces con peligro a la portería del Deportivo, con Luciano Vietto y Fernando Torres en el banquillo, aceptaba, aparentemente, unas tablas que se desnivelaron en los últimos instantes con un zapatazo del centrocampista ghanés en una acción de estrategia en la frontal del área.

Haber ganado solo uno de los ocho anteriores partidos (entre Liga, Liga de Campeones y Copa del Rey), por más que perdiera también solo uno, afecta negativamente a la confianza y el triunfo en Riazor le ayudará al Atlético de Madrid a levantarla.

El Deportivo quiso aprovechar el bache del rival con la velocidad de sus extremos, la lucha de Lucas Pérez y una mayor solidez y estuvo a punto de recoger un premio merecido.

El técnico blanquiazul, en su tercer partido al frente del equipo, confió en el mismo once y los mismos argumentos que le dieron resultado en su visita a Las Palmas el pasado lunes. Volvía a Riazor con ganas de olvidar el 1-4 de su debut en la Copa del Rey ante el conjunto canario.

El Deportivo apostó por los costados y por ahí le hizo cosquillas Atlético, pero poco daño en el primer periodo del encuentro, en el que los dos equipos apenas pisaron las áreas. Ni siquiera hubo tiros entre los tres palos.

Y eso que el Atlético había cambiado de ataque para tratar de mejorar sus prestaciones. Simeone adelantó a Ángel Correa para situarlo al lado de Griezmann, empleó a Augusto Fernández en banda y sentó a Kevin Gameiro, mientras que en el lateral izquierdo recurrió a Lucas Hernández ante la baja de Filipe Luis.

Con una pared entre Lucas Pérez y Bakkali, el Deportivo firmó una de sus escasas incursiones a los dominios de Oblak, aunque solo le sirvió para ganar un córner. Eso sí, fue más de lo que había desplegado el Atlético cuando el cronómetro ya había alcanzado los veinte minutos de partido.

Para el conjunto rojiblanco fue casi imposible superar la presión del Deportivo y sólo Griezmann encontró una vía que intentó explorar con recursos inverosímiles hasta que perdió el balón en el área pequeña a los 24 minutos cuando trataba de asistir a un compañero.

En el lado opuesto del campo, el deportivismo pidió penalti por una caída del central brasileño Sidnei ante Lucas Hernández tras haberse convertido durante unos segundos en extremo.

Faltaba emoción en el juego y la puso Oblak con un regate de tacón ante Lucas Pérez que pudo costarle caro a falta de siete minutos para el descanso.

El paso por el vestuario conectó al Atlético al partido. Se quedó en la caseta Correa, entró Gaitán y el conjunto rojiblanco produjo en seis minutos más que en todo el primer tiempo.

Apenas 24 segundos tardó Griezmann en obligar al gigante Pantilimon a desgastar los guantes. Y poco más tarde lo intentaron Gaitán, con una volea con la izquierda y Godín, de cabeza en un saque de esquina. El Atlético parecía otro equipo.

Los madrileños pretendieron el balón, pero el Deportivo lo recuperó para calmar el partido y que el uruguayo Fede Valverde pudiera disfrutar del fútbol al entrar en contacto con él. Exhibió su visión de juego con varios pases de tiralíneas y su tocayo Cartabia fue el que más cerca estuvo de marcar con un disparo que se envenenó al golpear en Lucas Hernández.

La reacción rojiblanca se había diluido y Simeone quiso recuperar el gas con la entrada de Gameiro por Augusto. Cristóbal, que perdió a Borges por lesión, le dio la réplica con la incorporación de Mosquera y Andone, que jugó de extremo.

A falta de diez minutos, el técnico del Atlético sorprendió a todos, mandó a Griezmann al banquillo y entró Giménez. El ataque quedaba en manos de Saúl y Gameiro o de un contragolpe como el que cortó Sidnei en la frontal ante Lucas Hernández.

En la falta que provocó el defensa rojiblanco, Thomas golpeó el balón como en la Champions ante el Qarabag, con dureza, y Pantilimon la vio pasar a su izquierda sin hacer nada por evitar el triunfo del Atlético.

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