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Sin Tour de Francia, sin dominó y sin fuerzas

  • La pretemporada en Benahavís está siendo de lo más atípica por la modificación en las fechas y la evidente falta de acoplamiento ante tantas incorporaciones

Independientemente del lugar y de sus protagonistas, el trabajo y la vida en pretemporada no suelen ser muy distintos de una campaña para otra. Sin embargo, muchos factores hacen que la actual estadía sea atípica en comparación con lo vivido en los últimos años.

Para empezar, el retraso del inicio hasta por dos veces modifica una de las rutinas más habituales en esta época: ver el Tour de Francia después del almuerzo. Por supuesto, quien más lo lamenta es el masajista Marcelino Torrontegui, que el año pasado vaticinó a todos los desplazados a la concentración que Sastre ganaría la ronda gala y semanas atrás fue testigo directo de las buenas sensaciones de Alberto Contador a través de intercambios de SMS (la visita del periodista José María García el jueves le quitó el mono de ciclismo). Un mayor tiempo para la siesta y charlas distendidas en las habitaciones serán los sustitutos de la bicicleta este año.

Tampoco es habitual que el Málaga repita sitio de pretemporada. Sucedió en las campañas 03/04 y 04/05, cuando la expedición blanquiazul se instaló en los bellos parajes de Schrüns. Después de trabajar en Manchester (05/06), Cartaya (06/07) y Antequera (07/08), este es el segundo año en la coqueta localidad de Benahavís, donde el equipo ya es recibido como en casa a pesar de que este año muchos de los trabajadores del hotel son nuevos con respecto al año pasado.

Ni siquiera es lógico que hubiera 30 jugadores desplazados para el trabajo, una cifra elevada a 32 tras la llegada de Albert Luque Edinho ayer por la tarde. Además, como muchos de ellos son nuevos (sumando incorporaciones y jugadores del Atlético Malagueño), la evidente falta de confianza que aún se palpa (y, en algunos, también la barrera idiomática) motiva que por ahora se vea a los futbolistas dar vueltas por el hotel solos en lugar de los clásicos grupitos que se suelen formar.

Por si fuera poco, ni siquiera los utilleros, almas de las concentraciones, han venido con el chip adecuado. Y es que se dejaron en Málaga el dominó, su deporte por antonomasia en las estadías desde hace muchos años. Tampoco ha habido presencia aún de los consejeros. En los últimos años, han sido José Carlos Pérez y Paco Martín Aguilar los habituales jefes de expedición, pero por ahora no se les ha visto el pelo por Benahavís.

Lo que no cambia es el látigo de Muñiz: sus triple sesiones están haciendo mella en más de uno. No está siendo raro ver a jugadores acostados a las 10:00 tras volver de la sesión física en el campo de golf por el cansancio acumulado.

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