El proyecto de Repesa comenzó frente a una hoja casi en blanco. Las numerosas marchas de la plantilla hizo bueno el mensaje de borrón y cuenta nueva. Sólo Zoric y Lima permanecieron en el equipo y Repesa tuvo que partir de cero. Como director de orquesta, el seleccionador croata quiso apostar sobre seguro y llevarse a uno de los suyos. Finalmente, la operación no cuajó y hoy será el principal enemigo de los cajistas, que deberán parar a Ukic en su mejor momento de forma.

La llegada de éste al Martín Carpena se estuvo tramando de forma casi paralela a la de Repesa. El actual entrenador del Unicaja, por entonces en la Cibona, le había dado galones con la selección pero el principal impedimento era su ficha, pues el Fenerbahce turco le pagaba un millón de euros. Sólo se contemplaba una posible llegada del base en caso de que redujera sus emolumentos de forma muy sustancial. Desde junio hasta finales de julio el Unicaja lo intentó y, aunque al final Ukic redujo su salario, el Unicaja no pudo hacerse con sus servicios y fue el Panathinaikos griego quien se llevó el gato al agua.

El croata, que a principios de año se enfrentó al conjunto malagueño sin hacer grandes guarismos, atraviesa ahora un momento dulce tanto en la competición doméstica como en la Euroliga. Ante Zalgiris y Anadolu Efes logró sus dos mejores actuaciones de la temporada. Frente a los lituanos estuvo casi impecable con un 5/6 en tiros de dos y 3/4 en triples. No aflojó su acierto ante los turcos, pues Ukic anotó 13 puntos pero cazó nueve rebotes, una cifra elevada teniendo en cuenta la posición en la que se desenvuelve.

Dicha progresión dio comienzo hace poco menos de un mes, en la Copa de Grecia. El Panathinaikos se proclamó campeón y Roko Leni Ukic fue elegido MVP del torneo. Además de su acertada dirección de juego, el croata demostró efectividad (3/4 desde la línea de tres) y acierto de cara al aro. Finalizó la final ante el Olympiacos con 18 puntos. Una seria amenaza que por fin da la talla.