Acaba 2011 para el Unicaja y el equipo malagueño se tomará las uvas con motivos suficientes como para prolongar la fiesta hasta el amanecer. No podrá hacerlo pues deberá entrenar el día siguiente de cara a su próximo compromiso de la Liga Endesa, pero el buen sabor de boca que le deja el final de año bien lo merece. El conjunto a la deriva que dejó en Málaga el anterior técnico es ahora un equipo en toda la extensión de la palabra. Bastó haber visto el partido de ayer en Sevilla para comprobar el compromiso y el espíritu de este grupo que Chus Mateo maneja con precisión quirúrgica. Porque en un partido trabado, pleno de imprecisiones y ante un rival que lo estaba bordando en casa, fue capaz de agarrase a él cuando peor le iban las cosas y decidirlo a su favor con una seguridad asombrosa.

Manejó los tiempos el Unicaja en el último periodo, pero antes se dejó llevar por la inercia algo caótica que tomó el encuentro tras un decepcionante arranque malagueño. Otra vez una mala puesta en escena (20-11 al final del primer cuarto) obligó a correr cuesta arriba para llegar a tiempo. Lo hizo con 0-10 de parcial propiciado por un recién llegado: Kristaps Valters. El letón, que volverá a aparecer al final de esta crónica, levantó al equipo con su descaro y su tiro exterior de la mano de Garbajosa y Peric. Buenos minutos en ese segundo cuarto, con la defensa elevando varios puntos su nivel de agresividad y poniendo solución al rebote ofensivo sevillano, que en el primer cuarto hizo estragos.

La torrija se repitió en los primeros compases del tercer periodo y el Cajasol lo aprovechó con un 7-0 de parcial. Pero Mateo tomó medidas tras la primera canasta cajista de la segunda mitad (triple de Fitch en el minuto cuarto minuto). Le dio definitivamente los galones a Valters. El partido tenía su nombre. Y metió a Garbajosa como compañero de Freeland en la pintura y al sorprendente Payne como escolta. La cuadratura del círculo se produjo cuando, minutos después, Berni sustituyó a Fitch. Ahí encontró el Unicaja el equilibrio. Con el letón desplegando ese juego a veces temeroso, metiendo tiros que otros ni se plantean, con Freeland emergiendo al fin para ser el pívot determinante que fue en octubre, con Payne reconvertido en jugador imprescindible por su enorme versatilidad y su capacidad para crear juego, con Garbajosa tapando la vía de agua que estaba suponiendo Paul Davis y asumiendo responsabilidad ofensiva, y con Berni haciendo de chico para todo. El Unicaja fue madurando el partido, esperando su momento con el marcador en un columpio que comenzó a decantarse del lado visitante cuando Valters metió su quinto triple a 1:38 para el final (64-68). Tepic y Davis obligaron a un último esfuerzo pero Payne y Freeland sentenciaron desde la línea de tiros libres.

Acaba 2011 el Unicaja con un golpe de autoridad que le sitúa muy bien posicionado en la carrera por ser cabeza de serie en la Copa del Rey, torneo que le añora desde 2009. Lo acaba además en la línea de salida del Top 16 de la Euroliga. Un equipo con carácter, con secundarios capaces de rendir como principales y con eso llamado química, algo que ni se compra ni se impone. Un grupo ambicioso que parece no conformarse con lo conseguido hasta hora. Quiere más. Y en los próximos meses tendrá la oportunidad de demostrar hasta dónde es capaz de llegar. Bienvenido sea 2012.

- Ficha técnica:

68 - Cajasol (20+17+17+14): Tepic (8), Rubio (4), Davis (18), English (9), Calloway (10) -cinco inicial-, Triguero (2), Satoransky (4), Bogdanovic (-), Urtasun (13) y Jasen (-).

72 - Unicaja (11+24+13+24): Rowland (-), Peric (4), Fitch (10), Freeland (14), Zoric (3) -cinco inicial-, Berni (4), Garbajosa (11), Valters (18), Payne (6) y Sinanovic (2).

Arbitros: Pérez Pizarro, Jiménez y Sánchez Monserrat. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimotercera jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio San Pablo ante unos siete mil espectadores.