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El Unicaja toca fondo y se impulsa

  • Remontada Después de un primer cuarto lamentable (18-8), los de Aíto se ponen serios y consiguen ganar en Manresa tras enlazar tres derrotas

El frío aire de la Cataluña profunda y un primer cuarto lamentable despertaron al Unicaja del letargo antes de conseguir una amplia victoria en Manresa (61-83). El triunfo es válido, muy necesario, no obstante. No procedía regresar a casa con un cero en la gira por Madrid, Bilbao, Atenas y la capital del Bages. Era el escollo más salvable y el Manresa cumplió con su rol de equipo muy menor. El Unicaja se pudo dejar por el camino por una temporada a Terrell McIntyre. Su fascitis en el pie derecho pudo convertirse en rotura de la fascia.

El equipo de Aíto eludió la crisis con la participación de efectivos en solfa en los últimos tiempo. El trío Tripkovic-Printezis-Archibald fue el eje anotador del equipo. Serbio, griego y escocés rayaban por debajo de su nivel. Aíto celebra alguna recuperación para la causa. Y la constatación diaria de que Rafa Freire está para lo que haga falta. Le falta una décima de pausa cuando ejerce de base, pero en ese arrojo descansa su mayor virtud, así que toca equilibrar. Menos bien Panchi Barrera, -7 de valoración en 12 minutos y sensación de que no se ubica. Aíto no le pierde la fe, no obstante. Antes de volver al Carpena, el Unicaja se tomó una dosis de tranquilizantes que le vale para acercar la Copa, aplacar los nervios y coger autoestima antes de un trascendente partido de Euroliga ante el Lottomatica.

Pese a la victoria, hay que reseñar el citado comienzo de partido, indecente por parte del Unicaja. En Manresa 10 puntos son remontables, era por lo que perdía el equipo al final del primer cuarto (18-8). De nuevo se olvidó del juego y el orgullo en el estrecho pasillo que va del vestuario a la pista de juego del Nou Congost, entusiasmado en los primeros compases. Que un equipo pequeño como el Assignia endose 16 de sus primeros 20 puntos a través de Alzamora, Lewis y Slokar es harto significativo de la laxitud defensiva de los hombres grandes de Aíto. Del ataque mejor no hablar. Printezis comenzó entonado, con un costa a costa incluido tras rebotear en aro propio y culminar una bandeja con la izquierda. Anotó Freeland una canasta y Archibald dos tiros libres. Un cuarto sin anotación exterior.

Aíto suele referir que perdona la falta de acierto en ataque, pero que le enferma que eso implique bajada de brazos en defensa, cuando debería ser al revés. Visto el panorama, optó por una solución que le gusta, colocar a Carlos Jiménez de cuatro para hacerse fuerte debajo del aro. Bajó el quinteto, puso a McIntyre, Freire, Berni, Jiménez y Freeland. La respuesta tuvo el resultado inmediato de una inyección. 0-13 de parcial, con canastas de Freeland, McIntyre, Berni, Jiménez, Archibald y Barrera. Con la hiperactividad de Freire elevando el listón defensivo por el medio y McIntyre asistiendo más que asumiendo protagonismo. No es tan complicado, es la conclusión peregrina que se extrae. Un simple cambio de actitud, unas dosis de inteligencia, un poco de acierto. El Manresa dio algún arañazo con el tirador Gladyr, pero el Unicaja cerró el primer tiempo con un parcial de 3-11 ya con Archibald, sí, dominando en ataque (10 puntos ). Y 29-37 en el marcador.

Para el comienzo del segundo cuarto llegaron noticias del taciturno Tripkovic. Soltó una ráfaga de tres triples consecutivos. En estático, en carrera, tras bloqueo. Su repertorio en minuto y medio. Ese es el buen Tripkovic, pero demasiado fugaz su aparición. Permitió, eso sí, contener el empuje inicial manresano tras la reanudación. El Unicaja estabilizó su diferencia entre los cinco y los 10 puntos, aunque McIntyre debió retirarse con un golpe en su tobillo derecho tras un bloqueo, que hoy tendrá dictamen médico. Ello, unido a la cuarta falta de Barrera, ni fu ni fa, empujó a Aíto a colocar a Freire como base. Al final del tercer cuarto el partido parecía bajo control (44-57) tras triplazo de Tripkovic desde siete metros y medio.

En el cuarto final, amago de festival con extensión de la diferencia. Rafa Freire se regaló un espectacular mate a una mano dividiendo por la zona. Llegó a ganar el Unicaja por 23 y acabó por 22. Tripkovic y Archibald engordaron números para la autoestima, el equipo siguió intenso en defensa. El Manresa fue una buena medicina, hace falta constatar la progresión en el futuro.

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