El Manchester United quiere poner hoy el último clavo en el ataúd del Arsenal con tres puntos en Newcastle que dejen prácticamente sentenciada la Premier League y sellen un nuevo año sin títulos para los gunners.

"El martes tenemos un partido grande", dijo el entrenador de los diablos rojos, Alex Ferguson, cuyo equipo tiene una oportunidad inmejorable de dejar atrás la decepción de la derrota sufrida el sábado en las semifinales de Copa ante el Manchester City.

Las esperanzas del Arsenal por levantar un título esta temporada quedaron casi aplastadas con el empate 1-1 ante el Liverpool. No es arriesgado apostar que Ferguson era la persona más feliz en la grada del Emirates Stadium tras el alocado final del partido, que se alargó diez minutos por la asistencia con oxígeno de Carragher.

Con cinco partidos por jugar, el United aventaja al Arsenal en seis puntos. Los gunners no han perdido en los últimos 15 encuentros, pero han dejado escapar más puntos de los que podían permitirse, como en las tres últimas citas en casa.

A principios de marzo, el Arsenal era el único equipo de Inglaterra vivo en cuatro competiciones. Ahora prácticamente está al borde de confirmar la continuación de una sequía de seis años sin títulos. El Arsenal perdió la final de la Carling contra el Birmigham, fue eliminado de la Liga de Campeones por el Barcelona y quedó fuera de la Copa inglesa al perder por 2-0 con el Manchester United.