Las victorias en medio de la adversidad se paladean más, tienen un valor extra. Despojado de la mitad de su juego interior, con un partido 40 horas antes y un vuelo largo en las piernas, el Unicaja completó un señor partido en Badalona. En el complicado Palau Olimpic arrancó una victoria (86-90) que pesa mucho, con un valor superior a la unidad. En la tabla supone un 5-4, pero es la confirmación de que esta plantilla es consciente de que el Unicaja no pueda faltar a la Copa del Rey y de que la ACB también importa. La madurez se adquiere cuando se ganan los partidos que hay que ganar. Y el de ayer en Badalona era muy necesario. Numérica y emocionalmente.

Fue un buen Unicaja, por momentos sobresaliente. Tras un 7-0 adverso de salida que resucitó los fantasmas de Bilbao o Sevilla, el equipo de Joan Plaza se metió en el partido y lo ganó por derecho, con minutos continuos de brillantez, salvando las dificultades de un arbitraje en algún momento canalla. Lo que en una canasta era un 2+1 en la otra no. A Brandon Paul se le aplicaba rasero de Juan Carlos Navarro o Louis Bullock para atacar y se le concedieron cuatro tiros libres gratis. Y el colmo fue la técnica señalada a Carlos Suárez cuando pedía que se parara el partido porque un arañazo rival en la disputa por un rebote le hacía brotar varias líneas de sangre en un brazo. Es otro detalle positivo del equipo cajista, el de no salirse del partido cuando se tenía una tendencia favorable y factores externos desequilibran.

La irrupción en el partido de Kuzminskas equilibró esa mala salida y sólo un 3+1 de Paul tras falta inexistente de Jackson sobre la bocina del primer cuarto retardó la remontada. Paul había sacado la pierna para contactar con el francés, que sólo había saltado verticalmente. El Joventut planteaba un defensa muy agresiva, con constantes 2x1 en cualquier punto del campo. Cuando la circulación de balón ganó velocidad el Unicaja hizo mucho daño. Entre el segundo y el tercer cuarto anotó 58 puntos. Ahí estuvo el meollo del partido, ahí llenó el granero de puntos para administrar en el cuarto final. En ese segundo periodo (32 tantos) el Unicaja encontró la vía de agua para romper la defensa verdinegra al tiempo que subía la intensidad propia. No brilló numéricamente, pero Nedovic ofreció buenos minutos, supo hacer llegar el balón a quien debía. Y se generaron canastas fáciles. Thomas, Fran Vázquez, el propio serbio, un Jackson que amagaba con una exhibición posterior... Los puntos goteaban, a razón de tres por minuto. Alberto Díaz aparecía para darle las dosis de energía que necesitaba el Unicaja. El nivel del pelirrojo se pone a la par del resto de sus compañeros. No fue casual verle jugar en minutos decisivos. Un balón dividido con él en la pista genera muchas posibilidades de que el Unicaja se quede con él. Al descanso, tras ese episodio chusco entre Suárez y Araña, el Unicaja dominaba por cinco (46-51).

Muchos puntos, pero se mantuvo al tendencia en el tercer periodo. Ahora Kuzminskas castigaba de nuevo el aro verdinegro. Díaz metía un triple cuando acababa la posesión y repelía los esfuerzos de un Sergi Vidal que, a su gran momento de forma a  sus 34 años, añadía una dosis de sentimiento de revancha. Y el show de Jackson, con nueve puntos en los dos minutos finales del periodo, le ponía las banderillas al final del tercer periodo, que se cerraba con un espectacular triple del francés y 15 puntos de diferencia (62-77).

Con la permisividad arbitral, se elevó algún punto más el nivel de las defensas en el último periodo. El Joventut tenía poco que perder y arriesgó. Metía manos donde podía y generaba complicaciones a un Unicaja que no se arredraba y también sacaba las garras. Pero estuvo casi cinco minutos sin anotar y encajó un peligroso 9-0 de parcial, cortado oportunamente por un triple de Kuzminskas. Paul y Vidal estrecharon hasta casi el límite la diferencia (80-84). Pero entonces surgió, quién si no, Will Thomas para fabricarse dos canastas esenciales, la segunda un mate tras gran circulación para evitar la presión. Qué temple para jugar bajo presión los minutos finales del de Baltimore. El broche lo pondría un salvaje mate de Nedovic tras un robo de balón. El Unicaja había tomado Badalona en un ejercicio de buen baloncesto. El Unicaja quiere la Copa. Lo ha demostrado.

Ficha técnica 

84 - FIATC Joventut (23+23+16+22): Sabat (9), Abalde (3), Vidal (14), Suton (10), Drame (8) -equipo inicial-, Llovet (6), Miralles (1), Paul (25), Mallet (6) y Ventura (2). 

90 - Unicaja (19+32+26+13): Markovic (2), Smith (12), Díez (-), Suárez (6), Thomas (14) -equipo inicial-, Jackson (18), Nedovic (6), Kuzminskas (17), Vázquez (8), Díaz (7) y Karahodzic (-). 

Árbitros: García González, Araña y Aliaga. Sin eliminados. 

Incidencias: partido correspondiente a la novena jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau Olímpic de Badalona ante 4.987 espectadores.