Maverick Viñales (Suzuki) se convirtió el domingo en el séptimo ganador de un gran premio durante la temporada 2016, una de las más abiertas de los últimos años, aunque los principales protagonistas en la pelea por el título mundial sean sólo dos en esta ocasión.

Viñales, que el próximo año será compañero de equipo de Valentino Rossi en Yamaha, ya le ha dejado claro con su victoria al campeón transalpino que, cuando menos, también será un rival correoso y complicado, capaz de ganar carreras con sus 21 años y con el que habrá que tener mucho cuidado.

Bien es cierto que en lo que va de temporada se han registrado siete vencedores distintos de grandes premios, pero en el caso de Maverick Viñales es distinto ya que su triunfo ha llegado en condiciones completamente normales, con la pista seca y con todos los gallos sobre el asfalto en pista.

El australiano Jack Miller, en Holanda, o el británico Cal Crutchlow , en la República Checa, lo consiguieron bajo lluvia, mientras que Ducati venció en el novedoso circuito de Austria después de que Honda no pudiese hacer pruebas antes allí como sí hizo la escudería italiana.

Pero en Silverstone Viñales demostró desde los primeros entrenamientos que tenía muy buen ritmo para pelear por la victoria. Crutchlow, que paría desde la pole, no pudo con la perfecta conducción de Viñales en Silverstone, que intentará dar otro puñetazo en la mesa el próximo fin de semana, en el Gran Premio de San Marino en el circuito de Misano Adriático, para demostrar a Rossi que no será una comparsa en 2017.