El Buesa Arena ha sido cancha maldita para el Unicaja hasta hace relativamente poco tiempo. Rota la mala racha y cualquier maleficio heredado de una era en la que Baskonia miraba a la cara a los grandes del continente, el conjunto malagueño se presenta esta noche en Vitoria con el objetivo de seguir alimentando sus esperanzas de seguir con vida en el Top 16. La opción de continuidad se convierte en examen si se mira más allá de la Euroliga y se clava los ojos en una Copa del Rey que ya luce lustrosa esperando contendientes la semana que viene. El partido contra el remozado Laboral Kutxa es un examen de nivel para un Unicaja que ya pasó el mal trago del 0-5 en el casillero continental. No hay mejor manera de aprobar el test (20:30) de cara a la Copa que recuperando aire en la competición más importante.

Vitoria ratificará si el triunfo logrado hace una semana sobre el Nizhny Novgorod tiene validez o fue mera raya en el agua. El pase a la siguiente fase continúa muy difícil, es casi quimera, pero un equipo del nivel del Unicaja no puede abandonarse, ni clasificatoriamente ni en cuanto a juego. No lo ha hecho en toda la temporada, no obstante, salvo ratos puntuales. Un 2-5, aun siendo un mal botín si se mira con perspectiva, siempre va a ser mejor que acabar la primera vuelta del Top 16 con una pírrica victoria en el casillero.

El duelo de esta noche encierra varias metas, grandes y menores. Una de ellas es ganar lejos del Carpena. Hace casi cuatro meses que el Unicaja no logra vencer a domicilio en Euroliga. La última vez que lo hizo fue el 16 de octubre. Entonces, salió triunfante de la cancha del Cedevita de Zagreb de Jasmin Repesa. A partir de ahí, apagón tras apagón.

El Unicaja ya sabe lo que es ganar en territorio baskonista. Este mismo curso lo consiguió en Liga Endesa y, además, con exhibición en la primera parte (79-88). Hace dos semanas corroboró su superioridad en el Carpena, aunque el equipo de Ibon Navarro dio guerra hasta el final (76-74). Los últimos precedentes hablan bien del Unicaja, pero en Euroliga el Laboral Kutxa ha sabido proteger su guarida mejor que el bloque costasoleño, con sólo dos derrotas en casa: ante el Estrella Roja de Belgrado en la fase regular y frente al Anadolu Efes en este Top 16. Y con todo, sólo tiene un triunfo más que el Unicaja, que afrontaría la segunda vuelta con posibilidades de hazaña.

Para entonces, Plaza podrá contar con Germán Gabriel, que no ha podido ser inscrito para los dos últimos compromisos. Para esta noche tiene sanos a todos sus hombres, por suerte.

Tras numerosos cambios en plantilla y en el banquillo, ya que Ibon Navarro era ayudante del que fuera primer técnico a comienzos de curso, Marco Crespi, el Laboral Kutxa se ha estabilizado. Los bases estadounidenses Mike James y Darius Adams lideran el juego baskonista y entre ambos sumaron 20 puntos en el anterior encuentro. Sin embargo, el equipo malagueño volverá a extremar la vigilancia sobre un San Emeterio especialmente percutor cuando del Unicaja se trata. Tras Vitoria, San Sebastián, y viaje a Gran Canaria, donde ya espera impaciente la Copa.