ciclismo vuelta a españa

Viviani, el mejor al sprint

  • El italiano da una lección a Sagan para ganar su segunda etapa

  • Yates, sin sobresaltos, continúa líder, con Valverde a sólo un segundo

Elia Viviani (Quick Step) volvió a demostrar que se encuentra en el mejor momento de su carrera ganando con autoridad el sprint de la décima etapa de la Vuelta a España, disputada entre Salamanca y Bermillo de Sayago (Zamora) a lo largo de 177 kilómetros, en la que Simon Yates (Mitchelton) conservó el maillot rojo de líder.

Viviani, campeón olímpico de omnium en Río 2016, ya se había impuesto en Alhaurín de la Torre, por lo que firmó el doblete, esta vez por delante del triple campeón mundial Peter Sagan (Bora) y de Giacomo Nizzolo (Trek).

Llegada al sprint que puso fin al trayecto entre la Plaza Mayor de Salamanca, ciudad que vivió en 2011 el primer maillot rojo de Chris Froome, y Bermillo de Sayago, en Zamora, propicia para un desenlace rápido.

Para los velocistas, un caramelo; para los favoritos, una de esas jornadas de transición y de ahorro de energías para un fin de semana terrible con el tríptico de montaña asturleonés. Así que se cumplió el guión. Viviani, feliz y, la general, sin cambios. Yates mantuvo la roja sin sobresaltos, Alejandro Valverde (Movistar) le pisa los talones a un segundo y su compañero Nairo Quintana es tercero a 14.

Hasta la aparición de los hombres bala también se cumplió el argumento. Nada más atravesar el Tormes, un modesto del combativo Burgos, Jesús Ezquerra, salió disparado a la aventura. Abrió hueco y enseguida se le unió Tiago Machado (Katusha), con quien hizo camino al rodar.

El recorrido sólo presentaba la dificultad del Alto de Fermoselle (Tercera Categoría), que se coronó a 29,1 kilómetros de la meta con el pelotón agrupado, ya que el trabajo del Bora y del Movistar derribaron la ilusión de Ezquerra y Machad'o.

Valverde coronó al frente y Quintana en tercer lugar, pero no significó ningún movimiento del grupo español. El murciano tuvo la opción de bonificar un segundo en el sprint intermedio de Trabanca, pero ello hubiera supuesto vestirse de rojo, y ese momento aún no lo desea el conjunto español. ¿Tal vez en Galicia? El objetivo del Movistar es vestirlo a la salida de los Lagos de Covadonga.

Con el pelotón a toda mecha de nuevo se reveló otro hombre del Burgos BH, Diego Rubio, pero a nueve de meta lo pasó como un ciclón el implacable tren del Quick Step, que ya olía la victoria de Viviani.

Rubio quiso ser como Viriato, el caudillo lusitano que, según las leyendas de la zona, se convirtió en un azote para los romanos que dominaban la península en el siglo II a. C.

Pero la dominación de la escuadra belga no admitió revueltas. El rey del sprint remató con la autoridad del mejor velocista del pelotón actual el "perfecto trabajo del equipo". Doblete y ahora a seguir soñando.

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