Ayer la pizzería Frascati, situada en Guadalmar, se convirtió prácticamente en un apéndice de las oficinas de La Rosaleda. Allí se mantuvieron diversas reuniones importantes de cara a la configuración de la próxima plantilla. Lo más destacado de la jornada de ayer fue la cita con Weligton, que sirvió para acercar posturas para su renovación, y el hecho de que la entidad prácticamente da por perdido a Antonio Hidalgo.

Ayer vencía el plazo de dos días con el que el central brasileño había apremiado a los dirigentes. No obstante, ayer se produjeron avances para sellar su continuidad. Las gestiones dieron un pequeño avance. El escenario sobre el que ambas partes trabajan es de un contrato de cuatro años en el que el club podría hacer más asumible la inversión por él. Con el futbolista convencido, quedaría la segunda parte de la operación, llegar a un acuerdo con el Grasshoppers. Ricardo Cabanas, un emisario del club suizo, estuvo ayer presente e informará en su país de lo sucedido.

Entre tanto, la situación de Antonio Hidalgo parece no tener retorno desde que en la última conversación formal, hace ya unos dos meses, las posturas quedaron muy alejadas. El representante del jugador, Rafael Anguita, sigue manteniendo que la oferta de la entidad no termina de valorar de forma adecuada al centrocampista, que por segundo año consecutivo ha quedado como segundo máximo goleador de la plantilla.

El club se encuentra en plena vorágine de altas y bajas. Así, Helder también conoció el interés por que siga en la plantilla, pero fue informado de que ahora mismo hay otras prioridades. Asimismo, al fichaje realizado de Pere Martí meses atrás ayer trascendió la llegada del central del Murcia Cuadrado, según apuntó el diario As. Otra opción de futuro es la cesión del jugador del Sevilla Atlético Lolo, aunque esta operación, que se encuentra bastante avanzada, quedaría a expensas del futuro entrenador.