Weligton albergó ayer el optimismo. Iván, la cautela. Los dos fueron protagonistas del encuentro ante el Athletic por motivos diferentes, el primero por ser autor del gol y el segundo, del penalti en contra que colocó el 1-1 definitivo. El brasileño, uno de los portavoces del vestuario, prefirió hacer una lectura positiva del papel hecho por el Málaga ante los vascos: "Hay que quedarse con lo bueno, en la primera parte y la mitad de la segunda parte hicimos un gran partido".

Weligton, no obstante, no ocultó la ansiedad que aparece en el plantel cada vez que se ve en ventaja. La culpa la tiene el mal inicio de curso: "Por la situación incómoda que tenemos, cuando nos vemos por delante nos cuesta un poco. Además, cuando nos adelantamos, ellos nos presionaron, es normal en un partido".

Iván, por su parte, no quiso entrar en polémicas al valorar la actuación de Pérez Burrull. Eso sí, se lamentó de que señalara pena máxima por una jugada habitual en cualquier encuentro. "Es un forcejeo. El árbitro tuvo una labor difícil, fue un partido de agarrones y si lo pitó es que fue penalti. Todo el mundo después de ver la repetición me dice que no fue penalti. Como esa jugada hay doscientas, con un equipo como el Athletic es normal que hubiera esos encontronazos", se resignó el joven defensa, contento por su reciente renovación y con la cabeza puesta en la Copa: "Hay que mantener la portería a cero, ya que vamos con un resultado favorable".