Aunque es tímido y de pocas palabras, ya se anima con alguna frase en español y en el vestuario no es tan mudo como parece. Will Thomas está tomando la responsabilidad en un momento delicado. Sus buenos partidos son sinónimos de victorias en el último mes de ACB. El Unicaja no había ganado tres partidos consecutivos en Liga en toda la temporada y ahora está en disposición de ganar el cuarto, mañana ante el Joventut.

El pívot de Baltimore, que ante los problemas de lesiones y configuración de plantilla se ha convertido en indispensable para alternar como cuatro y cinco, promedia en los tres últimos partidos de ACB 17.6 puntos, 6.3 rebotes, 2.1 recuperaciones y 23.3 puntos de valoración. En los dos últimos partidos ha firmado exactamente la misma valoración, 28 puntos, lo que significa que son sus dos mejores partidos con la camiseta del Unicaja.

Además, a sus buenas actuaciones añade una fiabilidad poco usual en un deporte de contacto. El jugador norteamericano suma 118 partidos consecutivos sin fallar a un partido. Es decir, ha jugado todos los partidos oficiales del Unicaja desde que aterrizó en Málaga. Jugó los 68 de la pasada temporada (hizo pleno junto a Kuzminskas, Vázquez, Golubovic y Green) y lleva los 50 de ésta (le acompañan en el registro Suárez, Díaz y Díez). Y con un rendimiento creciente.

Cuestionado por su resistencia, Thomas dice que "no recuerdo una lesión importante en mi carrera. He tenido suerte, supongo que también influirá mi físico, que sea resistente", afirma Thomas. Los partidos se extienden a los entrenamientos. Apenas se ha perdido una sesión de trabajo en estos dos años en Málaga. Ha jugado con dolores, todos los jugadores lo hacen en algún momento, pero no ha fallado a ningún encuentro. Y ahora mismo es el sostén del Unicaja. Hombre de pocas palabras, prefiere hablar en la cancha. Aunque, cuando se le cuestiona y ya lo dijo en estas páginas, dice sin problemas que le gustaría continuar su carrera en Málaga.