En el verano previo a la temporada 2007/08, la última de la era Scariolo, el Unicaja anduvo bastante cerca de ceder el timón de mando a Shammond Williams, que tenía decidido regresar a Europa tras una experiencia de un año en Los Angeles Lakers. Un detalle frustró la operación, además de su alto precio (por encima del millón de euros). Su agente exigía que en el mismo paquete viniera el serbio Zeljko Rebraca, casi inactivo en las temporadas previas por problemas de corazón. Una apuesta arriesgada de la que desistió el Unicaja y por la que se decidió el entonces Pamesa.

Dos años después, Shammond Williams está en Málaga. El club anunció ayer a primera hora de la tarde su fichaje. Estuvo en las quinielas antes de que se acometiera el fichaje de Pooh Jeter tras la lesión de Gomis. Se descartó por cuestiones extradeportivas. Había estado inmerso en un proceso de desvinculación con el club taronja que se extendió durante casi todo el verano, hasta bien entrado septiembre. El jugador tenía contrato hasta junio de 2010 con el Valencia, pero bajo ningún concepto le quería el club por la nueva política de restricción de gastos. Así que, tras un amago de acudir a los tribunales, se llegó a un acuerdo por el que el jugador percibió una parte estimable del más de un millón de euros que tenía firmado.

Por tanto, el Unicaja se hace con un jugador de 34 años, con dilatadísima experiencia en la NBA y en Europa y con un detalle siempre agradecido. Tiene pasaporte georgiano, lo que le permite jugar como europeo y liberar una plaza de extracomunitario. Los responsables cajistas han dialogado con el jugador, que les ha asegurado que está en plena forma, que no ha dejado de entrenarse ningún día desde que está en Estados Unidos y que está ansioso por demostrar que aún tiene mucho baloncesto en sus manos y piernas. De hecho, ya está en Málaga, aterrizó ayer a media tarde en la Costa del Sol y esta mañana pasará el reconocimiento médico antes de ser presentado oficialmente como jugador cajista.

El jugador asume el reto de firmar por sólo un mes garantizado, prorrogable hasta final de temporada en diferentes fechas claves, según su rendimiento. De Valencia salió con una fama de problemático a cuestas de la que se quiere desprender y está convencido de sus posibilidades. A expensas de ver su estado físico, es un jugador del gusto de Aíto García Reneses, que ha dado el visto bueno a la operación, que se fraguó durante la semana pasada. Los últimos partidos de Jeter, el de Sevilla fue la espoleta, terminaron por convencer a la dirección deportiva y al cuerpo técnico de que no era el jugador idóneo para complementar a Cook. En definitiva, que no da el nivel para el Unicaja. Jeter llegó con dos meses garantizados que se cumplirán el próximo día 17. Hasta entonces, el menudo base estadounidense continuará bajo la disciplina del equipo para suplir cualquier contingencia, pero tiene fecha de caducidad.

Durante esta semana, el Unicaja ha llevado con sigilo la contratación de Williams, aprovechando la pantalla de la lesión de Printezis y el otro frente abierto en la contratación de un cuatro. El base, neoyorquino como Omar Cook, jugó las dos últimas temporadas en Valencia y una antes (2005/06, la del título de la ACB del Unicaja) en el Barcelona, con el que fue capaz de jugar la Final Four de Praga. Sus números acumulados en esas tres temporadas en ACB son 27 minutos, 11,8 puntos (48% en tiros de dos, 39% en triples y 82% en libres); 4,6 asistencias; 2,4 rebotes y 1,2 recuperaciones para 13,7 de valoración. Cifras que firmaría el Unicaja con los ojos cerrados. Un revulsivo llamado Shammond Williams.