Wimbledon espera desde hace 72 años un campeón británico y sueña con haberlo encontrado en Andy Murray. Sin embargo, si el escocés quiere verse coronado, tendrá que apelar hoy (en la pista central, tras finalizar el duelo de cuartos entre Roger Federer y Mario Ancic que comienza a las 13:00) a su espíritu más combativo para eliminar en cuartos de final a Rafa Nadal.

Los periódicos ingleses no dudaron ayer en apodar a Murray como Braveheart tras su apoteósica victoria del lunes en los octavos de final del torneo, después de remontar dos sets en contra ante el francés Richard Gasquet.

Incluso el recuerdo del legendario guerrero escocés William Wallace, enemigo mortal de los ingleses, puede invocarse en Londres si se trata de terminar con una sequía que dura desde 1936, cuando Fred Perry sostuvo por última vez el título en manos británicas.

Olvidado ya Tim Henman, que nunca consiguió pasar de las semifinales, el público local suspira por un Murray que llena páginas y páginas de diarios, pese a que a sus 21 años avanzó en Wimbledon por primera vez a la segunda semana de un Grand Slam.

Número 11 del mundo, el escocés parece haber alcanzado al fin la madurez para afrontar desafíos de gran calado y ni siquiera la intimidante figura de Nadal, número dos del mundo y finalista en las dos últimas ediciones, le saca de foco.

"Sé que, si juego contra Andy, el público probablemente irá con él, pero creo que conmigo serán también correctos", dijo Nadal tras su pase a cuartos.

Además del partido entre Murray y Nadal, Wimbledon vivirá una jornada muy intensa. Antes del choque entre ambos, el número uno del mundo, Roger Federer, se verá las caras con el croata Ancic.

Por otra lado, en la pista 1 (13:00), el otro español en liza, Feliciano López, se las verá con el ruso Marat Safin en un duelo, a priori, apasionante. El último duelo de cuartos enfrentará al alemán Rainer Schuetttler y al francés Arnaud Clement.