Resultado y crónica del Alejandro Davidovich-Daniil Medvedev

Davidovich desquicia sin premio a Medvedev en Madrid

  • El malagueño apretó al tenista ruso, número dos del mundo, aunque cayó en tres sets (6-4, 4-6, 2-6)

Davidovich celebra un punto en el partido.

Davidovich celebra un punto en el partido. / mutua madrid open

Batalla épica en la central Manolo Santana entre Alejandro Davidovich y Daniil Medvedev durante dos horas y 12 minutos. Se llevó la victoria el ruso (6-4, 4-6, 1-6), que tuvo que desplegar su mejor versión para eliminar al malagueño, que se marcha en segunda ronda del Mutua Madrid Open. Un torneo al que se agarró con uñas y dientes en los dos partidos que jugó en la capital, plenos de emoción. Dejó grandes sensaciones el pupilo de Jorge Aguirre, que compitió de tú a tú al número tres del mundo y lo tuvo completamente desquiciado por momentos. En el segundo set, con 3-3 y al servicio con bolas nuevas dejó escapar una oportunidad única y lo acabó pagando caro. Son los rigores de la super élite, a la que se acerca el de La Cala del Moral, que sigue con esa sugerente progresión. 

Davidovich empezó muy serio el partido, concentrado, siguiendo el plan de partido. En otros días importantes anteriores, como Marbella o las semifinales de Estoril, había sido preso de la presión. Caminaba con tranquilidad el rinconero, que incluso tenía una bola de rotura que no aprovechaba. Con 2-2 comenzó a fustigarle y sacarle del encuentro una ampolla en el dedo que él mismo le decía después al médico que le había salido dos días antes. Y en esas le rompió Medvedev, que había visto como su rival salvaba una pelota de break con un saque bajo. Con el pulgar de la mano derecha vendado, la suya de juego, le devolvió el break al ruso. Y ahí el duelo subió un peldaño de exigencia. 

El malagueño salvaba ahora tres pelotas de rotura para ganar su servicio con un par de saques potentes. Y era el ruso el que hacía fuerte para poner el 4-4. Estaba el encuentro en un puño, con un tenis de gran nivel sobre el polvo de arcilla madrileño. Davidovich volvía a esquivar el break en contra sobre el alambre para pegar el pelotazo en el siguiente juego. Aprovechó la segunda de las bolas de set que tuvo para poner el 6-4 definitivo. Era superior el joven, 48 del mundo, que tenía desquiciado al número tres. Ver para creer. "No quiero jugar en esta superficie", decía en su banquillo el moscovita, al que el árbitro le perdonaba una amonestación y no paraba de hacerle reproches a su entrenador, Gilles Cervara. Incluso se cargaba una raqueta contra la pista, en su primer día de la temporada sobre tierra batida. 

Seguía empujando Foki, como le llaman cariñosamente en el circuito, que arrollaba para colocar el 1-0. El caldo de cultivo era el idóneo para el bombazo. Se desconcentraba el jugador de Jorge Aguirre por una bola buena que le cantaban fuera y el ruso ganaba su saque para romper en el siguiente. Con sus continuas protestas embarraba el partido, en un escenario donde se siente muy cómodo. Y se adelantaba para confirmar con su servicio el 1-3. Se ponía cuesta arriba. Como era lógico, Medvedev tiraba de galones para sobrevivir en un momento crudo. Entre otras muchas cosas, por eso era número dos hasta hace unas semanas. Tres años mayor que Davidovich ganó un ATP Finals y tres Masters 1000 (Cincinnati, Shanghái y París), habiendo sido finalista del Open de Australia y del US Open. Tiene seis títulos ATP. 

Quedaba comprobar la respuesta del malagueño, que demostraba aprender de errores pasados. Se mantenía en pie con una sorprendente madurez, no perdía los estribos. Ganaba su saque y devolvía la cornada en el de después para poner el 3-3. El de Moscú volvía a mostrar unos gestos impropios de un tenista de su calibre. No había punto fallado sin su posterior aspaviento. Y ahí tuvo Davidovich su gran oportunidad. Iba 40-15 para poner el 4-3 con su saque y bolas nuevas. Y se dejó remontar por Medvedev, que ya no descarriló. Se afianzó con su servicio para el 3-5, no aprovechó una bola de set, aunque justo después ya cerró y mandó el duelo a la tercera manga. 

Y ya sólo hubo un rival en la pista Manolo Santana. El árbitro le puso un warning al malagueño, que era consciente de lo que había dejado de ganar. No obstante, con más corazón que piernas, se agarró al partido. Y defendió su servicio para poner el 1-0. De ahí se pasó al 1-5 con un Medvedev arrollador, en su salsa. Había desgastado a Davidovich, que no tenía gasolina ya para un partido de esta exigencia. Se había desfondado el joven, al que ya ni le funcionaban las dejadas. El ruso era un ciclón y lo cerraba en 2-6 para acceder a tercera ronda y medirse al chileno Christian Garín

Un partido para aprender para Davidovich, que sigue picando piedra antes de pegar el pelotazo. El balance es notable para el rinconero, al que se le presentó un hueso duro en el camino. No obstante, es el cabeza de serie número dos del Mutua Madrid Open. Vale para dar perspectiva de la hazaña de la que estuvo cerca el malagueño. Un recordatorio de que antes los grandes el tren no pasa dos veces. Ahora continuará la temporada en tierra antes de llegar a Roland Garros. Disputará el Masters 1000 de Roma, donde, si no hay novedad, comenzará desde la fase previa. 

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