Manolo Rincón, el hombre que hace este proyecto posible, se jacta y a la vez lamenta la itinerancia de su club. "El club cumple esta temporada 25 años. Es histórico, no hay ningún club en España o el mundo que sea tan itinerante. Vélez, Torre del Mar, Rincón de la Victoria, Benagalbón, Benahavís, Los Guindos y ahora Carranque", recuerda el mecenas de Torre del Mar. Pero advierte: "Los catetos hemos llegado a la capital y es hora de echar raíces, de quedarnos".

El Clínicas, con la figura de Paco Aurioles como director general, tiene el propósito de asentarse en Carranque, allí donde el Mayoral Maristas capitaneado en la pista por Nacho Rodríguez y los Smith, con el propio Aurioles como protagonista, y Javier Imbroda en el banquillo escribiera bellas páginas en la historia del baloncesto malagueño y español. De alguna manera se apela a aquel recuerdo para coser dos etapas que distan dos décadas. "Es el túnel del tiempo", asegura Rincón. A falta de una semana para el primer partido en casa se han unido 500 abonados, se pretende dar un empujón más en estos días. El equipo se entrenará martes y jueves próximos en la pista, una vez se den los últimos retoques logísticos.

"Para los niños no supone nada, ellos se darán cuenta de que hay más gente viéndolos que en Los Guindos. Todavía no hemos entrenado allí", reflexiona Francis Tomé: "Jugar allí sí es un gran aliciente para mí, que iba de niño a ver Nacho Rodríguez, los Smith y sentí lo que transmitió aquel equipo. Es un sueño para mí emular a Imbroda o Pedro Ramírez, salvando las grandísimas distancias que nos separan, con la idea de un equipo que transmita algo parecido a lo que ellos hacían. No tener miedo a ningún rival, pelear igual contra el primero que el último. Es lo que aprendí de ellos y lo que intentaré trasmitirles".