Mientras la lucha por el título cada vez demarra más, la huida de los puestos de descenso implica a media clasificación. Con 20 duelos directos por la salvación aún por disputarse, no sólo pueden pasar muchas cosas, sino que el panorama fluctúa radicalmente de una semana a otra en la tabla. Que se lo digan al propio Málaga, eufórico hasta el último parón liguero, y hundido tras la derrota ante el Levante. Queda claro que la presión no da tiempo a sacar pecho; de hecho, a cada jornada parece que más conjuntos se pueden desplomar. Así que más que la risa, lo que parece ir por barrios es la ansiedad.

Esta semana es un claro ejemplo del cruce de agonías. Málaga-Deportivo, Sporting-Osasuna, Zaragoza-Getafe y Racing-Levante, cuatro duelos entre implicados por la permanencia dejan una semana de angustia por la salvación. Unos lo contemplan como una oportunidad de oro para poner gran distancia con el descenso (Levante, Racing, Deportivo), otros como un perfecto asidero no sólo para respirar, sino para rebasar a equipos que hay por delante (Málaga, Getafe).

En cuanto al rival del Málaga, el Deportivo, su semana ha sido absolutamente inversa a la de los de Pellegrini. La jornada pasada se fueron al descanso perdiendo 0-1 ante el Mallorca, casi una tragedia en Riazor. El resultado final de 2-1 liberó toneladas de adrenalina para los coruñeses, que mañana se plantarán en La Rosaleda con la opción de dejar a los blanquiazules a ocho puntos de distancia más el average particular (en Riazor se impusieron por 3-0). Es decir, de dejar descolgado a uno de los aspirantes a salir de la zona. El bumerán vuelve a poner al Málaga en la necesidad imperiosa de recuperar en La Rosaleda el amago de recuperación de las jornadas anteriores.

El último en unirse al club ha sido el Getafe. Su caída en picado le ha puesto en el balcón del descenso, aún con cinco puntos sobre la zona, pero teniendo que visitar el lunes al Zaragoza. Ganar, como el caso del Dépor, le acercaría mucho a la salvación virtual, si bien una derrota le metería de lleno en la pomada. Cerrarán el drama el lunes.

Osasuna es otro que vive de modo itinerante. Tras arrasar al Hércules (0-4) y provocar el despido de Boquerón Esteban, recibió un 2-3 ante el Atlético que le obliga a sumar fuera. Sobre todo teniendo en cuenta que se desplaza al campo del Sporting, con el que empate a 35 puntos. El que gane puede decir adiós a los problemas casi definitivamente; el que pierda vuelve a meterse en un lío importante.

Para Racing y Levante hay más premio que castigo. Con 36 y 38 puntos gracias a su último triunfo, quien saque el triunfo firmará su tranquilidad.