Argentina aúna la calidad de su mejor generación y la impulsividad de algunos jóvenes dispuestos a tomar su relevo. Enfrente, a Croacia le sobra el talento, como ya demostró en el Eurobásket, pero en el Mundial debe demostrar la fortaleza mental que necesita un conjunto para aspirar a las medallas en un torneo así. Con esas premisas, en San Pablo no se podía ver otra cosa que un gran partido y así fue. Ritmo, defensa, líderes en la pista y, al final, un triunfo croata desde el colectivo. 

Al conjunto que dirige Julio Lamas le costó meterse en el partido. Posibles motivos, miles, pero la realidad es que la scoladependencia sin Ginobili está muy marcada en el conjunto sudamericano. Al pívot no le asusta esa responsabilidad, al contrario, debe hasta gustarle ese protagonismo, pero el físico tiene unos límites. El sábado no se fue al banquillo hasta que llevaba casi 26 minutos seguidos jugando; ayer, un poquito antes, a 36 segundos del descanso. Al final el baloncesto es un deporte de equipo y eso Croacia lo entendió mejor en el primer tiempo, con un enchufado Simon, que con un 3/4 en triples disparó a su selección. 

El 2-12 en los primeros minutos no descompuso el alma argentina. Es un plantel diesel, constante, casi cabezón que va a su ritmo. Más pausado y controlado con Prigioni al mando de las operaciones, y revolucionado con la explosividad de Campazzo, el joven base del Madrid que pretendió en su día el Baloncesto Sevilla. 

Lamas intentó contrarrestar el poderío físico balcánico usando al comodín Herrmann de escolta y Mata de alero de inicio. El invento duró lo que duró y tuvo que dar marcha atrás para que el choque no se le fuese de las manos demasiado pronto. Pero esta Argentina tiene ya muchos tiros dados. No se va de los encuentros con facilidad y pelea hasta el final. Imposible no hacerlo con un hinchada que es capaz de llevarte en volandas. Una antideportiva de Simon sobre Prigioni permitió al cuadro americano arrimarse a su rival, aunque Saric, que aguantó los dos 10 primeros minutos con dos faltas tempraneras defendiendo a Nocioni, no permitió que fuese a más. 

Campazzo revolucionó a Argentina en el segundo cuarto. Asistencias a los grandes y canastas para enmarcar driblando a sus rivales. Scola, desde la personal, llegó a poner por delante a los suyos (29-28), pero entonces los de Lamas, hecho lo más complicado, se olvidaron de jugar como equipo. Lascoladependencia (nueve tiros de dos en el segundo periodo). Croacia, con seis anotadores distintos en el segundo cuarto, volvió a tomar el mando liderada por un gran Bogdanovic. La fragilidad mental balcánica volvió a evidenciarse y con Campazzo poniendo una velocidad más y Leo Gutiérrez haciendo daño por fuera, la albiceleste se fue al descanso con un 44-46 que hubiese firmado antes del duelo. 

Nada cambió tras el descanso. Unos seguían encomendados a su faro, Scola, y otros, con un alto nivel defensivo, exhibían todo su variado arsenal en ataque. Ahora el turno de llevar el peso de la ofensiva croata fue para Lafayette, aunque la igualdad no se rompía. Lamas, quizá previendo un final igualado, sentó a Prigioni y Scola para que tomasen un poco de aire y Croacia lo aprovechó para abrir una brecha que, a la postre, sería definitiva. Del 62-64 se pasó a un 63-75 (1-11 de parcial) para abordar el último cuarto. ¿Misión imposible para Argentina? 

La afición albiceleste, sin embargo, creía y ante la llamada de auxilio de Nocioni respondió con todo desde la grada. La llama estaba puesta y un triple de Safar al inicio del acto la prendió. Bogdanovic y Rudez se encargaron de apaciguar los ánimos, pero un tremendo tapón de Nocioni volvió a levantar a los suyos, temerosos tras la cuarta personal de Scola. Lamas castigó a Herrmann con un banquillazo tras perder una bola y ya decidió morir con lo que tenía en pista, mientras que Jasmin Repesa, con un banquillo de calidad, se apoyó en Ukic tras un costalazo de Lafayette. Cosas del deporte, acto seguido se salía un triple de Campazzo y el base croata clavaba otro (80-88) que dejaba finiquitado el choque. Lección para unos y para otros. En los balcánicos, para que se den cuenta de sus posibilidades reales si no se hunden anímicamente; para Argentina, para que vean que esto es largo y que un solo jugador, por mucho que sea Scola, no puede actuar solo. 

Ficha técnica:

85 - Argentina (20+24+19+22): Pablo Prigioni (8), Marcos Mata (2), Walter Herrmann (11), Andrés Nocioni (), Luis Scola (30) -cinco inicial-, Leo Gutiérrez (9), Marcos Delia (-), Selem Safar (3) y Facundo Campazzo (13).

90 - Croacia (28+18+29+15): Oliver Lafayette (11), Krusnoslav Simon (18), Bojan Bogdanovic (16), Dario Saric (16), Ante Tomic (5) -cinco inicial-, Damjan Rudez (6), Roko Ukic (8) y Luka Zoric (10).

Árbitros: Juan Carlos González (ESP), José Reyes (MEX) y Fernando Rocha (POR). Sin eliminados por cinco faltas personales.

Incidencias: Primer partido de la segunda jornada en el Grupo B de la Copa del Mundo España 2014. Disputado en el Palacio de los Deportes San Pablo, en Sevilla, ante algo más de seis mil espectadores, con una mayoría de aficionados argentinos.