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Al ciclismo español todavía le quedan tres oportunidades

  • Los cinco segundos puestos de los nacionales suponen el mejor premio en esta edición de la Vuelta

Al ciclismo español, que volvió a desaprovechar en el Alto Santo Toribio de Liébana una nueva opción de ganar una etapa, le quedan ya sólo tres oportunidades de poner el nombre de uno de sus corredores en el listado de vencedores de etapa de la Vuelta 2017.

No acaban de prosperar los intentos de los corredores nacionales y cita le falta el aditamento del brillo local más allá del enorme protagonismo de Alberto Contador, grande como pocos en la despedida.

Hasta el momento, el marcador luce un desolador cero de 18 para los españoles

Pero ni el impagable madrileño cató puestos de honor más allá del segundo en la etapa de Los Machucos, en la que, eso sí, dio una exhibición.

No obstante, el pistolero de Pinto no ha sacado aún el colt de su cartuchera y está alejado del podio. Quiso tapar su hundimiento en Andorra durante la primeras etapas David de la Cruz, siendo segundo en la general tras la tercera y la cuarta.

Duró poco la esperanza de empezar a ver un leve atisbo de relevo a la generación dorada de este arranque de siglo XXI en el ciclismo español, pero la mala suerte del catalán en varios percances destapó el espejismo: ningún español volvió a estar en el podio de la general en lo que va de Vuelta ni ha ganado una etapa cuando ya se llevan disputadas 18.

El segundo puesto de Contador en Los Machucos fue el quinto tiro al palo. Antes se encontraron con la madera el propio De la Cruz, en la tercera etapa, Juanjo Lobato, en la cuarta, José Joaquín Rojas, en la décima, y Omar Fraile, en la duodécima. Todos segundos.

Quizás -Contador aparte, claro-, el mayor brillo nacional en esta Vuelta esté en el trabajo de algunos lugartenientes. Como Mikel Nieve tirando, ayudando y aguantando al líder Chris Froome, o Pello Bilbao, el principal asidero de Miguel Ángel López y Fabio Aru en un Astana en el que también está peleando lo suyo Luis León Sánchez.

Lo del Movistar en la carrera transita entre lo gafe y lo desgraciado. Sin grandes líderes a los que agarrarse como es costumbre en su dilatada historia, los de Eusebio Unzue se meten casi cada día en la pelea. Y siempre salen trasquilados.

Como el ciclismo español, que depende en buena parte de lo que haga el Movistar, y al que el enorme carisma de Alberto Contador le hace de manto, para evitar el sonrojo de su falta de triunfos. Aunque aún le quedan tres balas, las tres últimas etapas. Por el momento cero de 18, un balance desolador.

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