Pese a la entidad del rival, no dejó un regusto excesivamente amargo el sorteo de la Copa de la Reina. El reciente triunfo ante el Bera Bera y el buen papel en la Challenge Cup son argumentos de peso para no perder la fe.

"Sabíamos que al ser los mejores ocho equipos iban a ser difíciles todos, pero bueno estamos con mucha ilusión", explicó Maqui Gandulfo, que apela a la condición de jugar en Málaga: "Ser el anfitrión y tener la afición con nosotros nos va a venir bien, tenemos que tener cuidado que no nos juegue como presión".

Discurso que comparte una voz autorizada en el vestuario como Sole López. "Siempre se puede estar más contento, pero sabíamos que era un bombo complicado. Solo nos queda trabajar duro para llegar a esas deseadas semifinales", explicó la capitana, que quiere hacer un buen papel en casa: "Sabemos la posición en la que está Guardés, que puede asustar un poco, pero a un partido pueden pasar muchas cosas. Ser las anfitrionas debe ser un plus".

En la plantilla existe la percepción de que el equipo puede competir con los mejores de la liga. "Nosotros dependemos de nosotras, no importa el rival que tenemos en frente. Eso nos puede hacer llegar a la final de la Copa. Es nuestro trabajo el que tiene que ser bueno para lograr la victoria", afirmó la argentina, lo que apoyó la extremo malagueña: "El equipo ha demostrado un gran nivel y por muy grande que sea el equipo rival nosotros nos venimos arriba y confiamos en nosotras. Me preocupa más que nosotras aguantemos el rival que ellas".