La desaparición del CD Málaga dejó muchos efectos colaterales en el fútbol andaluz. Uno de ellos con doble vertiente: el progresivo olvido del Granada como eterno rival y el legado por parte del Sevilla de esa aversión. Días antes de que se cumplan 38 años de la última visita al campo del Granada en Primera, los clásicos recuerdan aquellos partidos casi con tintes bélicos. El regreso a la élite de los rojiblancos esta temporada retoma esos días tensos. Pero con la incógnita de ver cómo lo interpretarán las nuevas generaciones, hoy hijas o nietas de aquellos espectadores.

El 22 de diciembre de 1974 fue la última vez que Los Cármenes, el antiguo, que estaba anclado en la ciudad de manera más céntrica que el actual estadio, acogió esta suerte de duelos regionales. Desde entonces se han salpicado partidos en todas las categorías que hay por debajo pero sin la expectación de la élite. De hecho, el Granada es uno de los pocos equipos contra el que el Málaga, en sus dos denominaciones, ha jugado desde Primera a Tercera División. Con el equipo blanquiazul refundado y el rojiblanco siendo una sombra de la gloria que llegó a alcanzar en los 70, la rivalidad se fue perdiendo hasta que el último ascenso nazarí permite recuperar ese añejo sabor.

El hecho de que el encuentro se juegue en lunes evitará un desplazamiento más masivo desde Málaga. Aun así, en torno a 600 personas pintarán de blanquiazul un trozo del campo granadino. Y la respuesta del público local también será bastante buena, por lo que se espera que la entrada sea como la de los viejos tiempos. También un ambiente festivo: el Málaga ambiciona Europa y el Granada mira con optimismo la salvación. Y representantes de peñas de ambos bandos tienen organizado un programa de actos de hermanamiento para amenizar las horas previas.

El último precedente, en Segunda División B, se disputó en la temporada 97/98. Entonces, el equipo de Tolo Plaza, unas jornadas después sustituido por Ismael Díaz, cayó por 1-0. Aquel once lo formaron Rafa; Bravo, Pablo, Axier, Roteta; Merino, Méndez, Manolo Herrero, Ramírez (que acabó expulsado); Manolo y Pozo. Luego tendrían sus minutos Artero, Jon Bakero y Trobbiani, aquel en el que muchos osados veían una reencarnación del ídolo Viberti.