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La dialéctica maradoniana

  • Cautela y confianza marcan el discurso de un técnico que no olvida el pasado

"Llegamos a Sudáfrica para escribir una historia grande", aseguró Diego Armando Maradona. No habla de final ni de tricampeonato, habla de "llevar alegría al pueblo argentino, de dar la pelea, batalla y jugar los siete partidos".

El discurso que construyó Maradona desde el inicio del Mundial de Sudáfrica está marcado por la confianza y la cautela, la guía que representan sus hijas, su trayectoria como jugador y las "23 fieras" que tiene en el plantel.

Con un lenguaje particular, bien popular, le habla al oído al pueblo argentino, le dice que sabe de sus penurias y de la euforia que desata hoy en las calles la selección albiceleste.

Le dice que se da "el gusto de estar al frente de 23 hombres que saben perfectamente, y lo tienen metido en la cabeza, que hay un país que necesita una alegría".

"Estamos para salir a jugar como nos gusta, como nos divierte", le aclara al hincha que se vanagloria de la calidad futbolera argentina.

La selección son "23 fieras, 23 monstruos, 23 titulares que dan la piel por salir a la cancha. Un equipo de gala, de gala de verdad, porque así se lo merecen los argentinos", afirma Maradona.

Y entre sus hombres destaca a Lionel Messi, el mejor jugador del mundo al que nombró su heredero, le dio la gloriosa camiseta número 10 y al que hizo capitán de la selección argentina con 22 años.

"Le deseo que sea el mejor de todos los tiempos, me encantaría que sea Lío el que tome la posta. Sería un pecado no darle al equipo, no darle a la gente, a un jugador que marca la diferencia", destaca una y otra vez Diego.

Y la Pulga le devuelve el gesto con una sonrisa en el rostro, en su mejor momento en la selección argentina aun sin haber marcado todavía un gol.

Maradona no ahorra elogios para sus otros jugadores, asegura que "es lindo convivir con San Palermo", califica a Javier Pastore de "maleducado del fútbol" y ensalza a Martín Demichelis como un "señor central".

Sus fans aseguran que Maradona tiene en Sudáfrica a su Messías, y él responde hablando de los pecados que podría cometer cambiando su estrategia o sacando a Messi.

Pero el seleccionador también muestra en Sudáfrica su otra faceta, la del hombre desafiante, que no olvida, el que reclama que los medios pidan disculpas por lo que él considera fueron ofensas. "Rencor no es, yo ya estoy grande, voy a cumplir 50 años el 30 de octubre, rencor no siento realmente", aclara Maradona.

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