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Uno de esos días trampa

  • Riesgo El Blancos de Rueda se cuela de puntillas en un Carpena donde el Unicaja lleva 11 triunfos seguidos en la Liga Regular Lesiones Fitch, que se lastimó la muñeca derecha, y Rowland, que no entrenó, son duda

Ni cuando hay que enfrentarse al CSKA ni cuando hay que hacerlo frente el Barcelona o contra el Panathinaikos. A los técnicos, Chus Mateo incluido, les preocupa más partidos como el de esta mañana. El modesto Blancos de Rueda Valladolid se cuela de puntillas en un Martín Carpena que comienza a recuperar la condición de fortín de antaño (12:30). Y, aunque cueste entenderlo, convierte la mañana dominical en uno de esos días trampa. Uno de esos días en los que hay riesgo de que termine dándose un desenlace inesperado.

El Unicaja gana de calle en la comparación meramente deportiva. Mejor plantilla, más potencial y factor campo a favor. Así que la explicación a tanta prudencia hay que buscarla en factores emocionales. Razón 1: el equipo malagueño se ve superior al vallisoletano, lo demuestra con su juego y con sus buenos resultados y, como dice el técnico, hay riesgo de caer en un exceso de confianza. Razón 2: va ligada a la anterior y tiene que ver con la dificultad de cambiar de chip, de aparcar la Euroliga para centrarse, tres días después, con un largo desplazamiento de por medio y casi sin preparar el duelo, en un rival mucho menos exigente.

Mateo llama la atención sobre todo ello en la previa. Hace bien. El deporte está repleto de ejemplos de lo que puede pasar en situaciones como la de hoy. Pero también sabe que si sus jugadores ejecutan desde el inicio el plan de partido no debe haber demasiados problemas. Decía Garbajosa días atrás en este periódico que el vestuario se encargaría de que nadie se relajara en este buen inicio. Hoy habrá ocasión para comprobarlo.

El Unicaja comparece con velocidad de crucero, la que le llevó a ganar su cuatro primeros partidos de la Liga Endesa y la que ha hecho que a día de hoy sólo se computen un par de derrotas, las dos en plazas de categoría como el OAKA de Atenas y La Fonteta de Valencia. Mira la clasificación de la Liga Endesa desde arriba y tiene el primer objetivo de la temporada (meterse en la Copa del Rey) cada vez más cerca. Son estos argumentos más que suficientes para conseguir saltar enchufados al parqué del Martín Carpena.

Será el primero de los tres partidos consecutivos en casa que le esperan al Unicaja (después vendrán KK Zagreb y Real Madrid). Una comodidad que se extenderá a cinco de los próximos siete compromisos. La circunstancia de jugar como local ayuda a ser optimista, pues los últimos once encuentros correspondientes a la Liga Regular que se han disputado en el Palacio han acabado con victoria local. Sólo el Barcelona, en el play off por el título, y el Caja Laboral y el Panathinaikos, en el Top 16 de la Euroliga, han conseguido asaltar el fortín del Carpena desde que Chus Mateo se sienta en el banquillo cajista.

Sin embargo, un par de inconvenientes de última hora añaden algo de incertidumbre al encuentro ante los de Luis Casimiro: Earl Rowland y Gerald Fitch no tienen asegurada su presencia. El base pudo jugar el pasado jueves en Bamberg, pero se resintió de su dolencia en el pie derecho y ayer no pudo participar en el entrenamiento matutino. El escolta, por su parte, sufrió en la última sesión de trabajo un golpe en su muñeca derecha que le hizo abandonar la misma. Ambos son duda para esta mañana, aunque Rowland tiene más posibilidades de jugar. Para suplir las posibles bajas, se vestirá el canterano Álex Abrines, que ya debutó en la primera jornada de Liga ante el Gran Canaria.

El Unicaja busca su quinto triunfo liguero. Depende de él que la mañana no derive en un partido trampa.

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